LD (Agencias) Desde el PP catalán se ha criticado que el Ayuntamiento de Barcelona estuviera negociando con los ocupas de Can Ricart porque "si lo hacen se estaría insultando a aquellos ciudadanos que pagan sus impuestos, que pagan sus hipotecas y alquileres aun a riesgo de no llegar a fin de mes". El alcalde, Jordi Ereu, ha matizado que si alguien que “okupa” es “buen vecino”, le merece “todo el respeto”.
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barxcelona, Alberto Fernández Díaz, opina que "hay que estar al lado de los que cumplen la ley" y no dar prebendas a los que dejan de cumplirla porque esto sí que sería un insulto a todos "aquellos que no tienen vivienda porque no se la pueden pagar".
Cordón policial fuera
Los Mossos d'Esquadra levantaron el cordón policial que desde el domingo impedía el acceso de personas al interior de la fábrica de Can Ricart, que había sido ocupada por un grupo de artistas del colectivo de La Makabra, que quieren convertir este espacio en un recinto de creación escénica.
En un comunicado, la policía autonómica ha informado que han estado a la espera de la decisión de la autoridad judicial, "la única con competencias", sobre el posible desalojo de Can Ricart. La nota indica que aunque no se había emitido la resolución judicial, el juez sí que les había "informado verbalmente" de su intención de pasar las diligencies abiertas al turno ordinario, para que sea un juez de instrucción quien, a partir de mañana, estudie el caso.
Por ello, la policía autonómica considera que desaparece la necesidad de que los Mossos sigan custodiando el edificio, por lo que seretiraron las dotaciones policiales. Los Mossos señalan que se permitió la entrada del relator de la ONU en materia de vivienda para que comprobase las condiciones en que se encontraban las persones que había dentro, y que al mediodía los policías han ofrecido alimentos y bebidas a estas personas, y que las han rechazado.
En un comunicado, la policía autonómica ha informado que han estado a la espera de la decisión de la autoridad judicial, "la única con competencias", sobre el posible desalojo de Can Ricart. La nota indica que aunque no se había emitido la resolución judicial, el juez sí que les había "informado verbalmente" de su intención de pasar las diligencies abiertas al turno ordinario, para que sea un juez de instrucción quien, a partir de mañana, estudie el caso.
Por ello, la policía autonómica considera que desaparece la necesidad de que los Mossos sigan custodiando el edificio, por lo que seretiraron las dotaciones policiales. Los Mossos señalan que se permitió la entrada del relator de la ONU en materia de vivienda para que comprobase las condiciones en que se encontraban las persones que había dentro, y que al mediodía los policías han ofrecido alimentos y bebidas a estas personas, y que las han rechazado.
Diligencias previas en el juzgado
El juez de instrucción número 27 de Barcelona había recibido la notificación de la denuncia y ha abierto diligencias previas por un presunto delito de usurpación, pero no tiene previsto ordenar el desalojo hasta que no reciba la ratificación de la denuncia y se acredite la propiedad, han informado fuentes del TSJC. Uno de los portavoces de la asamblea del colectivo La Makabra, Albert Martínez, ha informado de que el juzgado ha desestimado la petición de los dueños "porque no se estaba vulnerando ningún derecho fundamental, ya que es un espacio abandonado".
Martínez ha señalado que el juez remitirá ahora el caso a un juzgado de instrucción, que será el que, "por la vía ordinaria", se encargue de citar a las partes, pero que ahora no procedía un desalojo inmediato del recinto, en el que en estos momentos hay unas 140 personas, apoyadas por otras 250 que se encuentran en el exterior, ya que un cordón policial impide el paso a la fábrica.
Los promotores de esta ocupación han explicado que Can Ricart es propiedad del Marqués Frederic Ricart, "que está en desuso", y que las naves que han ocupado "no están dentro del proyecto de protección elaborado por el consistorio barcelonés y que su futuro pasa por las manos de la inmobiliaria Realia, de la familia Koplowitz".
Este miembro de la asamblea ha explicado que cuando varios de los okupas han salido al exterior de la fábrica "con velas" para celebrar la decisión del juez de no autorizar el desalojo urgente, varios mossos d'Esquadra han empujado a varias personas y que incluso han llegado a utilizar sus porras. Fuentes de los Mossos LO han negado.
La decisión del juez de guardia se ha producido horas después de que los abogados del colectivo okupa presentasen una demanda ante el juzgado por vulneración de los derechos fundamentales, ya que el cordón policial impedía introducir en el recinto de Can Ricart alimentos, bebidas o mantas. Finalmente, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han permitido a efectivos de la Cruz Roja que entreguen a primera hora de esta tarde alimentos y agua a los jóvenes ocupantes de las dos naves del recinto fabril.
Los Mossos d'Esquadra han recalcado que los agentes de este cuerpo únicamente impedían que entrase gente en Can Ricart, pero no su salida de la fábrica para que pudieran comer o beber. Por su parte, el conocido cantautor Manu Chao ha enviado -según han informado miembros de La Makabra- un comunicado de apoyo a este colectivo de okupas en el que lamenta no estar en Barcelona para "protestar por el absurdo del desalojo".
Martínez ha señalado que el juez remitirá ahora el caso a un juzgado de instrucción, que será el que, "por la vía ordinaria", se encargue de citar a las partes, pero que ahora no procedía un desalojo inmediato del recinto, en el que en estos momentos hay unas 140 personas, apoyadas por otras 250 que se encuentran en el exterior, ya que un cordón policial impide el paso a la fábrica.
Los promotores de esta ocupación han explicado que Can Ricart es propiedad del Marqués Frederic Ricart, "que está en desuso", y que las naves que han ocupado "no están dentro del proyecto de protección elaborado por el consistorio barcelonés y que su futuro pasa por las manos de la inmobiliaria Realia, de la familia Koplowitz".
Este miembro de la asamblea ha explicado que cuando varios de los okupas han salido al exterior de la fábrica "con velas" para celebrar la decisión del juez de no autorizar el desalojo urgente, varios mossos d'Esquadra han empujado a varias personas y que incluso han llegado a utilizar sus porras. Fuentes de los Mossos LO han negado.
La decisión del juez de guardia se ha producido horas después de que los abogados del colectivo okupa presentasen una demanda ante el juzgado por vulneración de los derechos fundamentales, ya que el cordón policial impedía introducir en el recinto de Can Ricart alimentos, bebidas o mantas. Finalmente, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han permitido a efectivos de la Cruz Roja que entreguen a primera hora de esta tarde alimentos y agua a los jóvenes ocupantes de las dos naves del recinto fabril.
Los Mossos d'Esquadra han recalcado que los agentes de este cuerpo únicamente impedían que entrase gente en Can Ricart, pero no su salida de la fábrica para que pudieran comer o beber. Por su parte, el conocido cantautor Manu Chao ha enviado -según han informado miembros de La Makabra- un comunicado de apoyo a este colectivo de okupas en el que lamenta no estar en Barcelona para "protestar por el absurdo del desalojo".