(Libertad Digital) Ya este jueves se informó de que uno de los sospechosos investigados por la Policía de Madrid estuvo destinado la noche de los atentados del 11-M en la comisaría de Puente de Vallecas, donde apareció la mochila número 13 que condujo a las primeras detenciones y sobre la que se sustenta la versión oficial.
Los policías podrían también estar implicados en una trama de narcotráfico. Según algunas fuentes, estos se quedaban con parte de la droga –se trataba fundamentalmente de heroína– que requisaban en las operaciones antidroga que se efectuaban en Madrid. Después, se encargaban de volver a colocarla en el mercado a través de confidentes acostumbrados a la venta de droga en pequeñas cantidades. Estas actividades ilegales pudieron ser además la razón de la muerte de un delincuente. Los indicios señalan que algunos de los investigados estuvieron involucrados en su muerte al enterarse que este conocía sus ocupaciones relacionadas con el narcotráfico.