Primera. 22 de Enero de 2005. La agresión fantasma de Bono.

El lema de la concentración, a la que los organizadores calcularon que habían asistido entre 25.000 y 32.000 personas, fue "Memoria, dignidad y justicia", pero en su trasfondo estaba la polémica por la prevista excarcelación del sanguinario etarra De Juana Chaos, que el juez Grande-Marlaska evitó procesándolo por nuevos delitos. Al término de la manifestación casi un millar de personas se dirigieron desde la Puerta del Sol a la sede de la Cadena SER, en el número 32 de lacalle Gran Vía. Allí gritaron lemas como "Polanco, cabrón somos un montón", "¿Dónde están los cabrones de la SER?" y "Grupo PRISA, España no se pisa".
Segunda. 4 de Junio de 2005. Las cifras de Constantino Méndez .

Cerca de un millón de personas se manifestaron contra la negociación con ETA al grito de "Constitución, no negociación" y "Zapatero, acércate al PP". Hubo peticiones de dimisión para Peces Barba. Mientras que la AVT cifró en cerca de un millón el número de participantes, la Delegación del Gobierno de Constantino Méndez rebajó el dato hasta los 240.000 y consideró de "alto riesgo" la marcha. "Un millón casi: faltaba el PSOE" fue el artículo que dedicó Jiménez Losantos al éxito de la convocatoria. Telemadrid fue la única televisión que retransmitió en directo la que ya ha quedado para la historia como una de las marchas más multitudinarias de la capital. La ausencia de las otras televisiones fue comentada por Juan carlos Girauta.
Tras la marcha, la periodista Isabel San Sebastián exigió "memoria, dignidad y justicia" en nombre de las víctimas de la banda terrorista ETA y pidió al Gobierno que no negocie con los "asesinos", que escuche el clamor de los asistentes a la manifestación y que "no ignore y olvide a las víctimas". Posteriormente fue el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, el que leyó otro manifiesto en los mismos términos. Ambos pidieron que se guardara un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
Tercera. 25 de febrero de 2006. Dignidad bajo el frío y la lluvia en Madrid.

La manifestación, que discurrió por la calle de Serrano hasta la plaza de Colón, contó con dos cabeceras. La primera de ellas con los dirigentes de la AVT, incluido su presidente, Francisco José Alcaraz, portaba una gran pancarta con el lema de la marcha: "Por ellos, por todos. En mi nombre no". Delante de esta cabecera principal, varias víctimas en sillas de ruedas fueron recibidas al grito de "No estáis solos" por parte de los manifestantes, que corearon también lemas relativos a los presos de ETA: "No son presos, son asesinos" o dirigidos al presidente del Gobierno: "Zapatero, embustero". Unos metros más atrás, en una segunda cabecera, se encontraban políticos del PP como Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón, Mariano Rajoy o Ángel Acebes.
Cuarta. 10 de Junio de 2006. La estrella de Jinénez Becerril.

La plana mayor del Partido Popular hizo acto de presencia en la manifestación para ofrecer su apoyo a las víctimas del terrorismo etarra y para unirse a las cientos de voces que exigieron al Gobierno que "no pague un precio político a ETA". Y es que "las víctimas son necesarias, imprescindibles y fundamentales", dijeron sus líderes. "Hoy sólo existen las víctimas, hoy no existe Gallardón" fue el artículo que dedicó a la concentración Jiménez Losantos.
Quinta. 1 de Octubre de 2006. Decibelios a la ribera del Guadalquivir

Unas 200.000 personas, según los organizadores, pidieron en la capital andaluza a Rodríguez Zapatero que no negocie con ETA y que se investigue hasta dar con todos los culpables del 11-M. Mientras, en un mitin en la localidad madrileña de Alcorcón, el jefe del Gobierno ignoraba a las víctimas e insistía en identificar a la oposición como la "extrema derecha". El escritor Agapito Maestre le dedicó un artículo a Zapatero. Ni el presidente andaluz Manuel Chaves ni el alcalde sevillano Monteisirín acudieron a una manifestación en la que Teresa Jiménez Becerril deseó para sus sobrinos, huérfanos por culpa de ETA, un futuro "presidente del Gobierno en quien puedan confiar, y no uno que siga insistiendo en que pegar tiros es un buen comienzo".
Francisco José Alcaraz aseguró tras la protesta que "el Gobierno ha sido miserable, cobarde y traidor" desde que los terroristas declararan el "alto el fuego". Uno de los hechos más comentados fue la provocación de Juan José López Garzón, delegado del Gobierno en Andalucía, que avisó de que vigilaría el nivel de decibelios de la manifestación.