L D (EFE) La madrileña calle de Velázquez, por la que discurrirá la marcha, tiene una superficie de 5,4 hectáreas (54.000 metros cuadrados) desde la calle Alcalá hasta la calle López de Hoyos, tramo que linealmente mide 1.980,47 metros.
De estos datos deberán descontarse arbolado, mobiliario urbano y otros elementos arquitectónicos, si bien la más que probable presencia de manifestantes en el tramo de la calle Alcalá del que partirá la marcha, en la llegada en López de Hoyos, y en las calles adyacentes, puede elevar la superficie hasta casi 60.000 metros cuadrados, según los expertos, entre quienes no se encuentra en esta ocasión el Colegio de Arquitectos de Madrid.
Ese dato de superficie servirá de base para efectuar cualquier cálculo de asistentes, ya que sobre él se aplican las distintas metodologías, en función del número de personas por metro cuadrado. Con ligeras variaciones, expertos y Fuerzas de Seguridad coinciden en que la ocupación de un metro cuadrado oscila entre una persona, en el caso de una manifestación en marcha y con poca densidad, y un máximo de cuatro, en concentraciones o con la marcha parada y en momentos de máxima densidad.
La Policía utiliza planos de la zona y fotografías -tanto aéreas como de superficie- para determinar el número de asistentes, y sus técnicos se sitúan en varios puntos desde los que aprecian la mayor o menor densidad.
Las anteriores manifestaciones convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se han caracterizado por la "guerra de cifras" entre las que facilitaban los convocantes y la Comunidad de Madrid, por un lado, y las Fuerzas de Seguridad a través de la Delegación del Gobierno en Madrid, por otro. Así, salvo en la primera de enero de 2005 a la que acudieron tanto representantes del Gobierno como del PP, en las restantes la disparidad en los cálculos ha sido muy notoria.
Como comparación, la del pasado mes de febrero, que transcurrió por la calle Serrano de Madrid y que desembocó en la plaza de Colón, -recorrido lineal muy similar a la actual, al ser Serrano y Velázquez calles paralelas-, los manifestantes cifraron la asistencia en 1.750.000 personas; la Comunidad de Madrid en 1.400.000 y la Delegación del Gobierno en 110.000 personas.
Las distintas metodologías para llegar a esas cifras varían entre la observación directa por parte de personas situadas a lo largo del recorrido, visión área e, incluso, programas informáticos especializados. Los expertos policiales consultados explicaron que parcelan el plano de la zona en varias áreas y éstas en sectores, sobre los que se aplica un cálculo de ocho niveles de ocupación que van de las dos personas por metro cuadrado hasta un máximo de cuatro, siendo este último nivel el equivalente a una manifestación parada y sin que los participantes en ella tuvieran apenas posibilidad de moverse.
De estos datos deberán descontarse arbolado, mobiliario urbano y otros elementos arquitectónicos, si bien la más que probable presencia de manifestantes en el tramo de la calle Alcalá del que partirá la marcha, en la llegada en López de Hoyos, y en las calles adyacentes, puede elevar la superficie hasta casi 60.000 metros cuadrados, según los expertos, entre quienes no se encuentra en esta ocasión el Colegio de Arquitectos de Madrid.
Ese dato de superficie servirá de base para efectuar cualquier cálculo de asistentes, ya que sobre él se aplican las distintas metodologías, en función del número de personas por metro cuadrado. Con ligeras variaciones, expertos y Fuerzas de Seguridad coinciden en que la ocupación de un metro cuadrado oscila entre una persona, en el caso de una manifestación en marcha y con poca densidad, y un máximo de cuatro, en concentraciones o con la marcha parada y en momentos de máxima densidad.
La Policía utiliza planos de la zona y fotografías -tanto aéreas como de superficie- para determinar el número de asistentes, y sus técnicos se sitúan en varios puntos desde los que aprecian la mayor o menor densidad.
Las anteriores manifestaciones convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se han caracterizado por la "guerra de cifras" entre las que facilitaban los convocantes y la Comunidad de Madrid, por un lado, y las Fuerzas de Seguridad a través de la Delegación del Gobierno en Madrid, por otro. Así, salvo en la primera de enero de 2005 a la que acudieron tanto representantes del Gobierno como del PP, en las restantes la disparidad en los cálculos ha sido muy notoria.
Como comparación, la del pasado mes de febrero, que transcurrió por la calle Serrano de Madrid y que desembocó en la plaza de Colón, -recorrido lineal muy similar a la actual, al ser Serrano y Velázquez calles paralelas-, los manifestantes cifraron la asistencia en 1.750.000 personas; la Comunidad de Madrid en 1.400.000 y la Delegación del Gobierno en 110.000 personas.
Las distintas metodologías para llegar a esas cifras varían entre la observación directa por parte de personas situadas a lo largo del recorrido, visión área e, incluso, programas informáticos especializados. Los expertos policiales consultados explicaron que parcelan el plano de la zona en varias áreas y éstas en sectores, sobre los que se aplica un cálculo de ocho niveles de ocupación que van de las dos personas por metro cuadrado hasta un máximo de cuatro, siendo este último nivel el equivalente a una manifestación parada y sin que los participantes en ella tuvieran apenas posibilidad de moverse.