L D (EFE) La confirmación ha llegado por boca del máximo responsable de la Subdirección Antiterrorista de la policía judicial (SDAT, sucesora de la DNAT), Frederic Veaux, y del especialista de investigaciones contra el terrorismo de ETA, Jean Pargade, que han testificado este lunes en el juicio contra catorce etarras en París.
Este robo de armas "plantea un problema a todos los que observan este proceso" abierto tras el alto el fuego permanente declarado por ETA a finales de marzo pasado, declaró Veaux, en respuesta a una pregunta del tribunal sobre la utilización por ETA de la tregua para reconstituir sus fuerzas en Francia.
Los dos mandos, además, han insistido en que "la actividad de ETA en Francia continúa desarrollándose de forma normal, entre comillas, como antes" y han recordado que "desde el verano de 2006 se asiste a una degradación del clima general en torno al proceso". Veaux ha citado como ejemplos "el recrudecimiento de la violencia callejera en el País Vasco", la declaración de tres encapuchados de ETA sobre la "lucha armada" y los mensajes insistentes a Francia para que se implique en el "proceso".
"Desde el verano de 2006 se asiste a una degradación del clima general en torno al proceso", dijo Veaux, que citó como ejemplos el recrudecimiento de la violencia callejera en el País Vasco", la declaración de tres encapuchados de ETA sobre la lucha armada y los mensajes insistentes a Francia para que se implique en el proceso. Tras hacer un repaso de las treguas de ETA hasta la fecha, Veaux dijo que la declarada entre 1998 y 1999 "se parece mucho a la de hoy, con contactos entre el Gobierno (español) y la organización", la cual "aprovechó para reconstituirse", según recordó.
"El Gobierno francés ha dicho siempre que el problema de ETA es español y no francés. Pero se ve bien que ETA y el movimiento de legales que rodea a ETA empuja al Gobierno francés a implicarse en este proceso", recalcó el jefe de la SDAT. En la misma línea, Pargade había declarado previamente que ETA "ha pedido al Gobierno francés que se implique y ha amenazado con extender la lucha armada al territorio nacional".
Aludía a los últimos mensajes lanzados tanto por la banda como por su entorno. También se remontó en el tiempo para recordar que en 2001 hubo un intento de asesinato de gendarmes, y en 2002 se descubrieron operaciones de seguimiento contra la juez antiterrorista que se ocupa de los sumarios de ETA. También aludió a un documento manuscrito del etarra francés Didier Aguerre que preconizaba "pasar a la acción y perpetrar acciones muy mediáticas contra fuerzas del orden" francesas.
Pargade indicó que, según los datos que manejan, hay 516 etarras en la clandestinidad, y precisó que de los casi 700 presos de ETA en España y Francia, 160 de ellos están en cárceles francesas. Señaló, por otra parte, que los ingresos por extorsión conseguidos por ETA en 2002 sumaron los 1,6 millones de euros.
Pargade, que hizo una exposición amplía y muy pormenorizada de la evolución de ETA desde su nacimiento hasta nuestros días, destacó su estructura jerarquizada y disciplinada, incluso "muy burocrática" y marcada por la obsesión de la "seguridad", lo que le ha llevado a volcar su documentación a soportes informáticos encriptados.
En la vista vespertina tomó el relevo otro miembro de la SDAT, Jérome Broglio, para dar cuenta al tribunal del "trabajo muy importante" efectuado por expertos antiterroristas franceses a partir de 2001, y que concluyó con la desarticulación de parte del aparato logístico de ETA cuando se disponía a robar explosivos en la Saboya francesa y con el desmantelamiento del zulo de "Chernobil".
La resistencia del Gobierno a admitir el robo
Inmediatamente después de que trascendiera el robo, el 23 de octubre pasado, fuentes de la lucha antiterrorista de Francia despejaron dudas: ETA estaba detrás del asalto. No sólo repetía el modus operandi sino que además, los asaltantes usaron unas esposas para atacar a los dueños de la fábrica que ETA había robado meses antes a una pareja de gendarmes.
Pese a todos estos datos, el Gobierno de Zapatero sigue resistiéndose a admitir la autoría etarra. Ni el ministro del Interior, ni la vicepresidenta ni el jefe del Ejecutivo han querido reconocerlo. Este mismo lunes, Rubalcaba, en la Ser, insistía en que todavía no tenía todos los datos para hablar de ETA como autora del robo. Repetía que todo parecía apuntar en esa dirección pero se negaba a darlo por hecho.
Pocas horas después, el director general de Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida, aseguró que "corresponde al Gobierno analizar y plantear las consecuencias". Dijo que el robo supone "un hecho muy grave" y, cuando fue preguntado por las "consecuencias" que adelantó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera comparecencia tras el robo, fue cuando se refirió a la actuación del Gobierno en el análisis y el planteamiento de esas "consecuencias".