La PlayStation3 sale a la venta en Japón rodeada de la controversia creada por su escaso número de unidades

La ansiedad por hacerse con la PS3 responde a que Sony sólo ha podido contar para su lanzamiento con 100.000 unidades, algo que ha dejado insatisfechos a numerosos distribuidores y potenciales compradores. Esta cifra contrasta con el millón de unidades que se vendieron en Japón de su predecesora, la PlayStation2, en los tres días que siguieron a su nacimiento, en marzo de 2000.

El fabricante nipón ha tenido muchas dificultades para respetar los plazos de la comercialización de su nueva consola debido a los retrasos en la producción de algunos componentes clave. Al mercado japonés y al estadounidense, donde se pondrá a la venta el próximo viernes, ha logrado llegar a tiempo aunque revisando a la baja sus primeros envíos y sin poder desarrollar todo el software de las consolas. Los usuarios deberán conectarse con la página web de Sony para descargar varias actualizaciones, lo que tampoco había sucedido en las anteriores versiones.

En Europa el problema es mucho más serio puesto que la salida a la venta de la PS3 fue pospuesta recientemente hasta el próximo mes de marzo debido a problemas con la fabricación del formato de DVD, Blu-ray. Con la PS3 ya en el mercado japonés, se abre la batalla navideña de los fabricantes de consolas en la que también pujan Microsoft, con su "Xbox 360", y Nintendo, con la más familiar "Wii". Una contienda a la que Sony llega también con mucho retraso, dado que la "Xbox 360" salió al mercado hace un año y la "Wii" fue lanzada el mes pasado.

La PS3 sale a la venta en Japón a un precio de 60.000 yenes (unos 400 euros) la de 60 gigas, mientras que la de 20 gigas cuesta 50.000 yenes (unos 330 euros). La "Xbox" más barata vale 29.800 yenes (unos 200 euros) y la "Wii" ronda los 25.000 yenes (unos 165 euros). Sony, el coloso japonés de la electrónica, ha puesto todas sus esperanzas en el éxito de su consola para poder remontar el vuelo en los próximos años.

El enorme coste que tendrá que afrontar para reemplazar casi 10 millones de baterías defectuosas de ordenadores portátiles en todo el mundo se presenta como un pesado lastre. Por este motivo y los continuos retrasos en el lanzamiento de la PS3, Sony ha revisado a la baja su previsión de beneficios netos para el año fiscal en curso, que finalizará el próximo 31 de marzo. Así, la compañía espera para el actual ejercicio un beneficio de 80.000 millones de yenes (529 millones de euros), muy por debajo de los 130.000 millones de yenes (855 millones de euros) que figuraban en sus previsiones de julio.

Según el diario Nihon Keizai, sólo en la sección de juegos, Sony espera unas pérdidas por explotación de 200.000 millones de yenes (1.324 millones de euros), el doble de lo que había previsto en un principio, en gran parte por la rebaja del precio de la PS3 anunciada de manera sorprendente el pasado septiembre. El prestigioso periódico económico nipón considera que "el reflote de todo el grupo dependerá de la capacidad del área de juegos de regresar a los beneficios en el próximo año fiscal".

Sony planea producir 6 millones de consolas de la PS3 durante este año fiscal y otros 10 millones en el próximo. Unos tímidos primeros pasos, si se comparan con la producción de la PlayStation2, que en sus primeros cinco años alcanzó los 100 millones de unidades.