(Libertad Digital) En La Mañana de la COPE, el vocal del Consejo General del Poder Judicial ha tenido que recordar nuevamente que, "aunque es un tópico, el estado de derecho sigue con sus mecanismos y sus sentencias. Los tribunales tienen que seguir actuando". A juicio de José Luis Requero, es "impensable" que un tribunal sentencie que está probado un delito y que se diga que por un mal llamado proceso de paz hay que absolver al acusado. Además, ha insistido en que "el estado de derecho estaba ahí y cuando se puso en marcha todo esto había que contar con ello". Por eso no ha dudado en calificar las palabras del presidente de "gravísimas". Le han provocado preocupación porque "denotan una incomprensión de lo que es el funcionamiento del Poder Judicial, y eso es muy grave".
Requero ha querido diferenciar entre la exigida actuación independiente de los jueces y el papel que pueda jugar la Fiscalía que controla Cándido Conde Pumpido. Como ya hizo durante la anterior tregua, del año 98, el vocal de la mayoría ha reiterado que "el estado de derecho no se puede paralizar, no queda entre paréntesis; si es así, el juez incurre en responsabilidad criminal. El Ministerio Fiscal es otra cosa, una institución jerarquiza, una institución de ordeno y mando. El Poder Judicial es otra cosa, esta compuesto por 4.000 jueces independientes y no 4.000 candidos".
Además, ha alertado de que "puede ser difícilmente incompatible la negociación con una banda terrorista y la vigencia del estado de derecho". En los últimos comunicados, ETA exigía que el Gobierno diera "los pasos necesarios" y cumpliera los "compromisos adquiridos". Es ahí donde Requero observa esa "clara incompatibilidad". Tiene solución: "El Gobierno, si quisiera, podría derogar la normas que incomodan al proceso. Si quiere, que indulte, si es que tiene valor, o que conceda terceros grados y asuma sus responsabilidades, pero que no le pida al Poder Judicial un trabajo que no puede hacer y que sería el trabajo sucio que el Gobierno no quiere hacer".
Las presiones a los jueces no han llegado sólo en forma de declaraciones, como las últimas de Zapatero. Uno de los "dramas" del Poder Judicial es que depende, en cuanto a medios materiales y judiciales, de lo que le suministre el poder político. En el País Vasco, según el relato de Requero, cuando los tribunales de justicia han dictado resoluciones contrarias a los intereses políticos del Gobierno de Ibarretxe "les ha ido quitando cosas, empezando por el café en los tribunales hasta algunas instalaciones". Los jueces están sometidos a "una clara incomodidad" y el Gobierno vasco "no quiere a jueces ahí que no son de los suyos y les hace la vida imposible en cuanto que puede".