L D (EFE) En unas breves declaraciones a la prensa tras emitir su voto, el presidente hizo un llamamiento a los estadounidenses para que vayan a las urnas. "Independientemente de cual sea su afiliación política o de si no la tienen, cumplan su obligación, voten y dejen que se escuche su voz", afirmó Bush, quien durante toda la campaña se mostró convencido de la victoria.
El voto de los estadounidenses será decisivo no sólo por el posible cambio de poderes en el legislativo, sino también porque determinará la capacidad de maniobra de la actual administración y su estrategia en la guerra de Irak, el asunto más preocupante hoy día para los electores. De ahí que estos comicios se hayan convertido en un reto para el presidente Bush, quien se ha volcado durante la campaña en apoyo a sus correligionarios republicanos para que puedan mantener la mayoría de la que gozan en las dos cámaras desde hace 12 años.
Actualmente, el Senado está compuesto por 55 republicanos, 44 demócratas y 1 independiente, mientras que la Cámara de Representantes cuenta con 231 republicanos, 201 demócratas, 1 independiente y 3 vacantes. Para que haya un cambio de mayoría y para que la oposición demócrata recupere el control del Legislativo que perdió en 1994, deberá mantener sus actuales escaños y arrebatar a los republicanos 6 de los 33 que están en juego en el Senado, y 15 de los de la Cámara Baja.
Una eventual victoria demócrata acarrearía algunos cambios en la política exterior del país, y más concretamente en Irak, aunque tampoco serían giros radicales ya que la capacidad de decisión seguiría estando en manos del presidente. El resultado final se decidirá en unos cuantos estados, en los que la batalla está especialmente reñida. En el caso del Senado, algunos de los más disputados son Montana, Ohio, Pensilvania, Misuri, Rhode Island y Virginia, donde los candidatos republicanos que se presentan a la reelección corren el riesgo de perder sus escaños frente a sus oponentes demócratas. Algo similar ocurre en el caso de la Cámara de Representantes, donde las mayores contiendas se centran en Ohio, Texas, Nueva York, Connecticut o Florida.
Desde que los colegios electorales abrieron sus puertas a primera hora de la mañana y de forma progresiva en función de los distintos husos horarios del país, la jornada está transcurriendo sin incidentes a destacar. Aunque no hay datos oficiales de participación –no se facilitan en EEUU– la sensación es que la afluencia de votantes a las urnas está siendo mayor de lo habitual. El único problema digno de mención son algunos fallos técnicos menores registrados con la nueva maquinaria instalada para estos comicios, de la que se prevé que harán uso un tercio de los votantes.
Un tercio de los votantes ha usado este martes nueva maquinaria para depositar su voto y debido a ello se han producido algunos fallos técnicos en los estados de Ohio e Indiana.
En el condado de Delaware, en Indiana, los funcionarios del gobierno estatal tenían previsto solicitar una orden judicial para prolongar el horario de votación porque en un primer momento los ciudadanos no podían ejercer su derecho al detectarse problemas en varios ordenadores.
Observadores federales vigilan el proceso electoral en 22 estados para garantizar la limpieza del procedimiento, especialmente en aquellos distritos en los que los comicios son muy reñidos o se han producido problemas con las máquinas para votar.
Los observadores del Departamento de Justicia han acudido a distritos como el del condado de Cuyahoga, en Ohio, que ha tenido problemas con las máquinas de votar. También estarán presentes en el condado de Bergen, en Nueva Jersey, donde se da una reñida batalla por el Senado. Además, vigilarán la marcha de las elecciones en más de una docena de condados en todo el país en los que hay reservas de ciudadanos indios, así como en grandes núcleos urbanos con un alto número de votantes negros.
En total, el Departamento de Justicia ha enviado a unos 850 observadores a 69 ciudades y condados, el doble que en las elecciones legislativas del 2002. El Gobierno envía observadores para supervisar las elecciones desde 1965. Un total de 16 expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) observarán también estas elecciones legislativas.
Los especialistas provienen del Reino Unido, la República Checa, Francia, Hungría, Ucrania, Rusia y Alemania, y están encabezados por Giovanni Kessler, un abogado constitucionalista y miembro del Parlamento italiano. La lluvia ha hecho acto de presencia en el este del país, mientras que en el noroeste hay fuertes inundaciones y se han producido desbordamientos de varios ríos. A pesar de que llueve en varios estados más del noreste, en general la previsión meteorológica es favorable para acudir a las urnas.
Actualmente, el Senado está compuesto por 55 republicanos, 44 demócratas y 1 independiente, mientras que la Cámara de Representantes cuenta con 231 republicanos, 201 demócratas, 1 independiente y 3 vacantes. Para que haya un cambio de mayoría y para que la oposición demócrata recupere el control del Legislativo que perdió en 1994, deberá mantener sus actuales escaños y arrebatar a los republicanos 6 de los 33 que están en juego en el Senado, y 15 de los de la Cámara Baja.
Una eventual victoria demócrata acarrearía algunos cambios en la política exterior del país, y más concretamente en Irak, aunque tampoco serían giros radicales ya que la capacidad de decisión seguiría estando en manos del presidente. El resultado final se decidirá en unos cuantos estados, en los que la batalla está especialmente reñida. En el caso del Senado, algunos de los más disputados son Montana, Ohio, Pensilvania, Misuri, Rhode Island y Virginia, donde los candidatos republicanos que se presentan a la reelección corren el riesgo de perder sus escaños frente a sus oponentes demócratas. Algo similar ocurre en el caso de la Cámara de Representantes, donde las mayores contiendas se centran en Ohio, Texas, Nueva York, Connecticut o Florida.
Desde que los colegios electorales abrieron sus puertas a primera hora de la mañana y de forma progresiva en función de los distintos husos horarios del país, la jornada está transcurriendo sin incidentes a destacar. Aunque no hay datos oficiales de participación –no se facilitan en EEUU– la sensación es que la afluencia de votantes a las urnas está siendo mayor de lo habitual. El único problema digno de mención son algunos fallos técnicos menores registrados con la nueva maquinaria instalada para estos comicios, de la que se prevé que harán uso un tercio de los votantes.
Un tercio de los votantes ha usado este martes nueva maquinaria para depositar su voto y debido a ello se han producido algunos fallos técnicos en los estados de Ohio e Indiana.
En el condado de Delaware, en Indiana, los funcionarios del gobierno estatal tenían previsto solicitar una orden judicial para prolongar el horario de votación porque en un primer momento los ciudadanos no podían ejercer su derecho al detectarse problemas en varios ordenadores.
Observadores federales vigilan el proceso electoral en 22 estados para garantizar la limpieza del procedimiento, especialmente en aquellos distritos en los que los comicios son muy reñidos o se han producido problemas con las máquinas para votar.
Los observadores del Departamento de Justicia han acudido a distritos como el del condado de Cuyahoga, en Ohio, que ha tenido problemas con las máquinas de votar. También estarán presentes en el condado de Bergen, en Nueva Jersey, donde se da una reñida batalla por el Senado. Además, vigilarán la marcha de las elecciones en más de una docena de condados en todo el país en los que hay reservas de ciudadanos indios, así como en grandes núcleos urbanos con un alto número de votantes negros.
En total, el Departamento de Justicia ha enviado a unos 850 observadores a 69 ciudades y condados, el doble que en las elecciones legislativas del 2002. El Gobierno envía observadores para supervisar las elecciones desde 1965. Un total de 16 expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) observarán también estas elecciones legislativas.
Los especialistas provienen del Reino Unido, la República Checa, Francia, Hungría, Ucrania, Rusia y Alemania, y están encabezados por Giovanni Kessler, un abogado constitucionalista y miembro del Parlamento italiano. La lluvia ha hecho acto de presencia en el este del país, mientras que en el noroeste hay fuertes inundaciones y se han producido desbordamientos de varios ríos. A pesar de que llueve en varios estados más del noreste, en general la previsión meteorológica es favorable para acudir a las urnas.