L D (EFE) Preso en la madrileña cárcel de Aranjuez, el etarra Juan Ignacio de Juana Chaos ha reiniciado su particular huelga de hambre, con jamón, miel y leche incluido, que mantuvo durante dos meses. Ahora quiere protestar por su previsible condena a 12 años y medio por amenazas terroristas. Antes, en la protesta entre el 7 de agosto y el 8 de octubre exigía su excarcelación.
El mismo día que anunció la interrupción de esa primera huelga se conoció el cambio de criterio más radical de la Fiscalía. Pasaba de pedir 96 años de cárcel a solicitar 13. Un rebaja que provocó la renuncia del fiscal Alonso, que hasta entonces representaba al Ministerio Público. Su relevo, Fernando Burgos acató las nuevas directrices.
Celebrado ya el juicio por las amenazas terroristas de De Juana Chaos a los funcionarios de prisiones en dos artículos en Gara, este martes se filtraba que el veredicto ya está decidido: la Sección Primera de la Audiencia va a condenar al terrorista a 12 años y medio.
"Una campaña de cara a la galería"
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo considera que la nueva huelga de hambre del etarra es "simplemente una campaña de publicidad de cara a la galería". A juicio de Francisco José Alcaraz, el objetivo de De Juana Chaos es "alterar y crispar a todo el colectivo de presos y forzar al Gobierno".
La protesta no es más que "una vuelta de tuerca más para crispar al ámbito proetarra y aumentar la tensión" con el Ejecutivo. Para que el Gobierno deje de claudicar ante chantajes como este la AVT ha convocado la manifestación del próximo día 25 en Madrid. Chantaje del etarra, ha dicho Alcaraz, que "carece de toda credibilidad" porque en la anterior huelga de hambre "se descubrió que el etarra ingería alimentos". Leche, pan de molde, jamón y miel marcaba su dieta, presentada como ayuno.