(Libertad Digital) El informe del diario de Polanco ha recogido las declaraciones más comprometedoras de Miguel Sebastián en los últimos años. La información, que ocupa la sección de Madrid del diario en su edición de este domingo, comienza por exponer sus ideas "liberales", su visión de que parte de la capitalidad de Madrid habría de trasladarse a Barcelona o su autodefinición como técnico alejado de la política.
Su elección como candidato de Rodríguez Zapatero al ayuntamiento de Madrid ha estado precedida por luchas internas, candidatos de un solo día, múltiples rechazos a ocupar la candidatura y, finalmente, sorpresas. Alberto Pérez Rubalcaba promovió la candidatura de María Teresa Fernández de la Vega, lo que dejaría libre el puesto de primer vicepresidente, cargo que podría recaer en él mismo. Finalmente Zapatero optó por mantener a De la Vega en su puesto, nombrando para la candidatura socialista al ayuntamiento de la capital a Sebastián, una decisión que "ha sido una sorpresa" para el partido, según reconoció su presidente, Manuel Chaves. Su nombramiento no ha sido unánimemente aplaudido dentro del PSOE, ya que Joaquín Leguina ha declarado que "Sebastián no es el candidato que exige la normativa democrática, ni del PSOE ni de la Constitución"
Trasladar organismos de Madrid a Barcelona
Las declaraciones más comprometedoras hacen referencia a la capitalidad de Madrid y a su vocación de técnico. La noticia de El País recuerda que "En una conferencia en Barcelona en junio de 2004, Sebastián se muestra partidario de trasladar la sede de algunos organismos estatales a la capital catalana. E insta a superar la histórica rivalidad entre dos ciudades que considera complementarias: Madrid –que puede aspirar a ser 'la sede de Latinoamérica en España'– y Barcelona –que debe convertirse en 'la sede del Mediterráneo en Europa'–". Por último, el informe hace mención de que Miguel Sebastián se definió "en este diario hace tres años, un mes y ocho días" del siguiente modo: "Soy un técnico sin vocación política", palabras con las que titula la información.
Sebastián, "liberal"
El País incide también en su información en las posturas "liberales" de Miguel Sebastián. Por ejemplo, el 17 de julio de este año, recuerda el diario, defendió que el liberalismo está más cerca del PSOE que del PP, y que él mismo se consideraba "defensor de esa idea de los demócratas estadounidenses de Estado dinamizador frente a Estado del bienestar o asegurador".
A su vez, en nombre del liberalismo, declaró el mismo día durante el curso "Una visión liberal de España y del mundo" celebrado en El Escorial, que frente a "los liberales españoles que se resisten a la cesión de la soberanía por parte del Estado central a las comunidades autónomas", Miguel Sebastián cree que "el liberalismo también debe ser el soporte ideológico de un Estado descentralizado".
Contra las subvenciones a la vivienda
El diario saca de la hemeroteca un artículo escrito en las mismas páginas, en que se planteaba: "¿Qué tiene de malo que suban los precios de la vivienda? En principio, parece que nada, pues se trata de un aumento de riqueza generalizado, dado que un 85% de la vivienda en España es en propiedad. Pero el endeudamiento ha alcanzado tal nivel que una caída de los precios podría afectar negativamente a la estabilidad del sistema financiero. ¿Qué se puede hacer? Evitar estímulos adicionales a la demanda, como las ayudas a la compra de vivienda, frecuentes en las campañas electorales. [...] Y estimular la oferta de alquiler". De hecho, consideró más tarde que "el mayor error en política económica del Gobierno del PP" fue mantener las deducciones por compra de vivienda, según recuerda El País.
Por otra parte, Miguel Sebastián considera que sería necesario retrasar la edad de jubilación para mantener el sistema de pensiones, algo que no ha pasado desapercibido al diario de Polanco. También decía que "hay que acabar con la cultura de la prejubilación, que es un despilfarro". También se ha mostrado en contra de las obras que se efectúan "por interés político", y que "es necesario evaluar la eficiencia del gasto público y revisar la oportunidad de algunas infraestructuras que responden más al interés político que al objetivo de servicio para los ciudadanos".