L D (EFE) Berdych era el enemigo real de Nadal tras haber vencido al español en Cincinnati el año pasado y en Toronto en éste. Ahora suma ya tres victorias seguidas, algo que solo el australiano Lleyton Hewitt ha conseguido ante el de Manacor. El checo es complicado para Nadal debido a su gran envergadura y potencial físico, y sobre todo, a la enorme amplitud de sus brazos al ejecutar los golpes de fondo ante los que el de Manacor se siente más indefenso, jugando demasiado retrasado para intentar abarcar más pista.
El saque de Berdych es mucho más poderoso que el del español. Hoy anotó nueve directos, pero al americano Andy Roddick le endosó 23. Su victoria el año pasado en la final del Masters Series de París ante el croata Ivan Ljubicic en cinco sets no fue un espejismo. Puede ser irregular, pero sabe jugar mejor en pista cubierta que el bicampeón de Roland Garros que encajó la sexta derrota esta temporada.
Pese a todo, Nadal pudo haber forzado una tercera manga de haber aprovechado el 6-5 que tuvo en el desempate del segundo set. No lo hizo y permitió que el undécimo jugador del mundo ganase luego tres puntos consecutivos para liquidarle en una hora y 47 minutos. Después, Berdych festejó a su manera, con una carrerita, un beso al público y un gesto con el dedo índice en los labios silenciándoles. Y eso enfureció a la grada que la tomó contra él, furibunda.
Aunque el apelativo de "El Gato" corresponde a su compatriota Gastón Gaudio, David Nalbandian se hizo acreedor a ese apodo, pues por tercera vez consecutiva salvó un partido con su rival sacando para hacerse con la victoria y escapando de la derrota con la misma habilidad que un felino.
Le sucedió ante el francés Julien Benneteau en primera ronda, luego contra el inglés Tim Henman, al que calificó de "basura" y falso, por su comportamiento el jueves, y hoy de nuevo ante Marat Safin en una repetición de la final de 2004, y en un adelanto de lo que puede ser la próxima lucha por la Ensaladera en Moscú, del 1 al 3 de diciembre.
Nalbandian dispuso de una bola de partido en el primer desempate de la tarde, pero Safin la salvó con uno de sus 21 saques directos. Hizo otro más el ruso, a continuación, y luego un fallo del cordobés provocó la tercera manga en la que Marat llegó a sacar para decidir el choque con 6-5 a favor. Una serie de imprecisiones del ruso, que se había quedado además sin posibilidad de pedir reclamación por vídeo, unido a su bajón físico hicieron que el argentino se llevase la victoria por 6-4, 6-7 (6) y 7-6 (2) después de dos horas y 57 minutos.
Nalbandian se sacaba así una espina, pues llevaba un déficit de 6-1 contra Safin y además calienta motores para su duelo contra Roger Federer en la que será la tercera semifinal consecutiva para el argentino, y una repetición de la final de la Copa Masters de Shanghai del pasado año, en la que David se impuso en cinco sets. "Son partidos duros, cerrados y excitantes", dijo Federer sobre el duelo contra Nalbandian, y tras vencer al estadounidense Robby Ginepri, por 6-4 y 7-6 (4), y sumar su victoria número 80 de la temporada.
"Es un gran jugador y un partido que me apetece", apuró el número uno sobre Nalbandian. El helvético busca en Madrid el décimo título de la temporada y acude a esta semifinal sabiendo que ya ha vencido al cordobés dos veces este año (Roma y Roland Garros, sobre tierra) y 6-6 en el balance general, para dejar suficientemente vengada la afrenta de Shanghai.
El saque de Berdych es mucho más poderoso que el del español. Hoy anotó nueve directos, pero al americano Andy Roddick le endosó 23. Su victoria el año pasado en la final del Masters Series de París ante el croata Ivan Ljubicic en cinco sets no fue un espejismo. Puede ser irregular, pero sabe jugar mejor en pista cubierta que el bicampeón de Roland Garros que encajó la sexta derrota esta temporada.
Pese a todo, Nadal pudo haber forzado una tercera manga de haber aprovechado el 6-5 que tuvo en el desempate del segundo set. No lo hizo y permitió que el undécimo jugador del mundo ganase luego tres puntos consecutivos para liquidarle en una hora y 47 minutos. Después, Berdych festejó a su manera, con una carrerita, un beso al público y un gesto con el dedo índice en los labios silenciándoles. Y eso enfureció a la grada que la tomó contra él, furibunda.
Aunque el apelativo de "El Gato" corresponde a su compatriota Gastón Gaudio, David Nalbandian se hizo acreedor a ese apodo, pues por tercera vez consecutiva salvó un partido con su rival sacando para hacerse con la victoria y escapando de la derrota con la misma habilidad que un felino.
Le sucedió ante el francés Julien Benneteau en primera ronda, luego contra el inglés Tim Henman, al que calificó de "basura" y falso, por su comportamiento el jueves, y hoy de nuevo ante Marat Safin en una repetición de la final de 2004, y en un adelanto de lo que puede ser la próxima lucha por la Ensaladera en Moscú, del 1 al 3 de diciembre.
Nalbandian dispuso de una bola de partido en el primer desempate de la tarde, pero Safin la salvó con uno de sus 21 saques directos. Hizo otro más el ruso, a continuación, y luego un fallo del cordobés provocó la tercera manga en la que Marat llegó a sacar para decidir el choque con 6-5 a favor. Una serie de imprecisiones del ruso, que se había quedado además sin posibilidad de pedir reclamación por vídeo, unido a su bajón físico hicieron que el argentino se llevase la victoria por 6-4, 6-7 (6) y 7-6 (2) después de dos horas y 57 minutos.
Nalbandian se sacaba así una espina, pues llevaba un déficit de 6-1 contra Safin y además calienta motores para su duelo contra Roger Federer en la que será la tercera semifinal consecutiva para el argentino, y una repetición de la final de la Copa Masters de Shanghai del pasado año, en la que David se impuso en cinco sets. "Son partidos duros, cerrados y excitantes", dijo Federer sobre el duelo contra Nalbandian, y tras vencer al estadounidense Robby Ginepri, por 6-4 y 7-6 (4), y sumar su victoria número 80 de la temporada.
"Es un gran jugador y un partido que me apetece", apuró el número uno sobre Nalbandian. El helvético busca en Madrid el décimo título de la temporada y acude a esta semifinal sabiendo que ya ha vencido al cordobés dos veces este año (Roma y Roland Garros, sobre tierra) y 6-6 en el balance general, para dejar suficientemente vengada la afrenta de Shanghai.