(Libertad Digital) El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró este domingo que el presidente del Gobierno no puede prometer a ETA lo que no le puede dar, porque en nuestro país existe una justicia independiente, cuya función es velar porque se cumpla la ley. “Y en España por encima de la ley no hay nada, ni siquiera Rodríguez Zapatero”, señaló.
Durante una comida mitin en Hospitalet de Llobregat, Rajoy insistió en que su formación política no aceptará que el Gobierno convierta la lucha contra el terrorismo en una negociación política con una organización terrorista, ni jamás admitirá ningún acuerdo político negociado con una banda terrorista. “Jamás admitiremos ese acuerdo vergonzante”, afirmó.
“No aceptaremos que el Gobierno ceda al chantaje de ETA y que el Fiscal rebaje la petición de pena para De Juana Chaos de 96 a 6 años porque haga una huelga de hambre que era mentira”, aseguró.
Okupas marcan la agenda
Por otra parte, Rajoy manifestó que cuando el PP tenía responsabilidades de gobierno no se suspendían las cumbres europeas que se celebraban en Barcelona, en alusión directa a la reciente anulación del Cumbre Europea de Ministros de Vivienda que iba a tener lugar en la ciudad condal.
El líder del PP criticó que la agenda del Gobierno la hayan fijado los ocupas y que el Ejecutivo español sea el único en Europa que deja que los okupas le fijen la agenda. “250 okupas son capaces de poner en jaque al aparato de seguridad del Estado”, subrayó.
“A los catalanes en general y a los barceloneses en particular se les ha robado esa inversión en la imagen y la proyección de su tierra y su ciudad, porque el tripartito y el Gobierno de Zapatero lo han permitido”, lamentó.
La importancia del 1-N
El líder del PP subrayó que nunca unas elecciones catalanas fueron tan importantes como las que tendrán lugar el próximo 1 de noviembre y aseguró que son los comicios de todos los ciudadanos de Cataluña, de los que han nacido allí y los que no; de los que hablan en catalán y los que lo hacen en castellano; de los del interior y de los de la costa. En definitiva, “de todos”.
Según Rajoy, quedarse en casa y no acudir a las urnas sólo sirve para que nada cambie en Cataluña y, por ende, equivale a fortalecer a aquellos que quieren que todo siga igual en el resto de España. Por este motivo, Rajoy instó a los ciudadanos a salir “en busca de la Cataluña real”.
En este sentido, Mariano Rajoy se mostró convencido de que sólo el PP es garantía del cambio que Cataluña necesita, un cambio hacia la moderación y el sentido común, porque es la única formación política que puede garantizar que los socios del tripartito vuelvan a ser la oposición. “Sería algo muy poco serio que, después de todo lo que hemos visto durante estos tres años, volvamos a ver a Carod de Conseller en Cap de un gobierno presidido por Artur Mas”, señaló.
El presidente del PP se refirió también al problema de la inmigración ilegal que azota a nuestro país, del que resaltó que es la principal preocupación que tienen los ciudadanos catalanes según todas las encuestas y recordó que fue el PP el único que advirtió de las gravísimas consecuencias de la regularización masiva impulsada por el gobierno socialista. A juicio de Rajoy, es éste y no el Estatuto, ni la identidad, ni las ensoñaciones de determinados políticos el problema que más preocupa a los catalanes.
En este sentido, Rajoy se preguntó por qué no han hecho nada aquellos que ahora se dedican a pedir más competencias y que, en su momento, se lavaron las manos ante el problema de la inmigración ilegal. “Yo quiero que el PP sea decisivo para que haya un Gobierno y no un sainete diario”, destacó.
Como balance de los tres años de gobierno tripartito, Rajoy aseguró que lo mejor que se podía contar de este período es que ya había finalizado y subrayó que el Ejecutivo catalán no había estado a la altura de las circunstancias ni a la altura de lo que merecen los ciudadanos de Cataluña.
Así, el líder del PP lamentó que “pasase lo que pasase y se denunciara lo que se denunciara en Cataluña nunca pasaba nada, porque se había convertido en el reino del silencio y la complicidad, donde no se discuten los problemas sino que, sencillamente, se tapan”.