(Libertad Digital) La alarma social se disparó el año pasado cuando el etarra De Juana Chaos estuvo a punto de ser excarcelado, tras cumplir 18 de los más de 3.000 años de cárcel a que fue condenado por cometer 25 asesinatos. Entonces, era el mes de julio, el ministro de Justicia anunció que se iba a hacer "cuanto esté en nuestras manos para que no se produzcan excarcelaciones prematuras ni escarnecedoras para el conjunto de la sociedad". Tenía claro López Aguilar que este terrorista "desde la cárcel ha presentado indicios de continuar vinculado" a ETA.
Y marcaba la que debía ser la estrategia del Gobierno, representado por el Ministerio Público que controla Cándido Conde Pumpido, que ante "los que han sido condenados por crímenes muy graves de terrorismo merece que se extreme el rigor y el celo" para garantizar el Estado de Derecho y la "seguridad de todos".
Máximo celo para evitar la excarcelación de De Juana Chaos
Calificaba a De Juana como "un terrorista muy sanguinario que no sólo no ha mostrado arrepentimiento en el cumplimiento de su larga condena, sino que además, desde la cárcel, ha presentado indicios de continuar vinculado a la organización terrorista o de representar una amenaza, profiriéndolas desde la cárcel". Matizaba que "por eso merece la pena que se extreme el celo". Se pronunciaba así ante la Asociación de Juristas Gallegos.
Ese mismo día, el 7 de julio de 2005, en los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El escorial (Madrid) insistía en que "si existe algún resquicio para que alguien pueda representar una amenaza para la sociedad por su continuada pertenencia a organización terrorista no debe ser excarcelado prematuramente bajo ningún concepto". Y sentenciaba que "esa es la posición que con carácter general vamos a hacer valer en todos los procesos que se avecinan".
Decía López Aguilar que la reinserción "sólo procede cuando ha habido una actitud positiva, y se ha cumplido escrupulosamente todo lo que la ley exige", y consideraba que si una persona "no ha demostrado ninguna actitud de resocialización" y su salida de la cárcel pudiera suponer una amenaza para la sociedad "no debe ser excarcelado prematuramente bajo ningún concepto".
Un año después, nuevo criterio
Sólo han transcurrido quince meses desde que pronunciara estas palabras y el criterio de la Fiscalía ha cambiado radicalmente. En los últimos juicios ha rebajado su petición de penas. Ocurrió este lunes con varios acusados de terrorismo callejero. Se repetía lo que hace dos semanas, cuando rebajo su solicitud de pena para el etarra Iñaki Bilbao, el mismo que días antes había amenazado al presidente del tribunal que le juzgaba con "meterle siete tiros". Ahora se plantea pedir sólo seis años de cárcel para De Juana Chaos en vez de los 96 que solicitaba inicialmente. En dos años podría quedar en libertad.
El etarra volverá a ser juzgado el próximo 27 de octubre por amenazas terroristas. Ahora considera la Fiscalía que esta petición es "desproporcionada". Su cambio de parecer se ha conocido el mismo día en que el sanguinario etarra abandonaba su huelga de hambre.