L D (Agencias) "Hay gente que no entiende la independencia de los jueces ni la independencia de los fiscales", dijo Rubalcaba en rueda de prensa al término de su participación en la reunión de ministros europeos del Interior que se celebró este jueves en Luxemburgo.
Se refirió así a los autores de las críticas que ha recibido el juez de la Audiencia Nacional debido a su decisión de imputar un delito de falsedad documental a los tres peritos que firmaron los informes que hablaban del hallazgo de ácido bórico en el domicilio de un imputado en el 11-M y en un piso franco de ETA.
Por este motivo, el juez ha sido acusado de servir al Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió una investigación sobre las circunstancias en las que Garzón interrogó la semana pasada a los peritos imputados.
En este escenario, Rubalcaba afirmó que "hay gente a la que le cuesta muchísimo (entender la independencia de los jueces) y que cuando recibe una sentencia que no le gusta arremete contra aquel que la ha puesto".
"La independencia significa dejar trabajar a los jueces", definió y agregó que "a veces lo que hacen te gusta más y a veces te gusta menos, pero son independientes porque así lo ha querido nuestra Constitución".
Rubalcaba, hace 10 años: "El juez Garzón no es el paladín de la independencia de la justicia"
Al ministro del Interior le ha fallado la memoria este jueves cuando se ha atrevido a decir que quienes critican al juez Garzón, en relación con la imputación a los tres peritos en el caso del acido bórico, no entienden la "independencia de los jueces". Pero la hemeroteca es demoledora con Rubalcaba. Como muestra, lo que dijo el 18 de mayo de 1996 en "Los Desayunos" de Radio Nacional: "El juez Garzón no es el paladín de la independencia de la justicia que todos predicamos" ni es "el mejor juez" para el caso GAL.
Aquella mañana de mayo de hace ya más de una década, Rubalcaba se despachó a gusto contra el juez Garzón. Dijo que no podía ser "del todo neutral respecto a quienes juzga, pues ha colaborado con ellos en el Ministerio del Interior". No se quedó ahí Rubalcaba que llegó a insinuar que otro juez de la Audiencia Nacional, Gómez de Liaño, rechazaba una recusación de Rafael Vera contra Garzón, porque ambos magistrados eran amigos. Rubalcaba dijo que había visto muchas veces en los medios la fotografía de Garzón y Liaño "yendo a tomar café juntos".
Pero no fue la única vez que se le calentó la boca hablando de Garzón. El 12 de septiembre de 1996 dijo en "Radio Voz" que Baltasar Garzón "tiene un mono tremendo de Parlamento, prensa y medios de comunicación". Rubalcaba consideró que un auto judicial emitido por el magistrado de la Audiencia Nacional el día anterior en el que criticaba la decisión del Ejecutivo de no desclasificar los papeles del CESID, es más una contestación política que un auto judicial. "El juez Garzón ha decidido sumarse a la técnica de la carta abierta para hablar con el Gobierno; él lo llama auto, claro. Hay una nueva forma de hacer política. El auto es eminentemente político, podría ser la réplica parlamentaria si no hubiera abandonado la política", agregó el hoy ministro del Interior y entonces portavoz del PSOE.
El 19 de noviembre de 1999, en declaraciones a la prensa recogidas por la agencia Efe, Rubalcaba valoraba la petición de Garzón al Tribunal Supremo para ver si podía imputar a Felipe González en el "caso Oñaederra". Después de decir que los dirigentes del PP habían "anunciado" que su estrategia era "mirar hacia atrás con ira, mirar al pasado con rencor", Rubalcaba añadía que "no somos tan ingenuos como para pensar que estas cosas suceden por casualidad", en referencia a la petición de Garzón.
El 30 de julio de 1995, Rubalcaba, que era por aquel entonces portavoz del último gobierno de la era felipista, decía, en declaraciones a Efe, que el gobierno estaba tranquilo porque "la opinión que el juez Garzón ha trasladado al Supremo" se basaba exclusivamente en declaraciones falsas y "nadie podrá probar nunca una mentira". Rubalcaba señaló que el juez Garzón había dado verosimilitud a unas declaraciones, las de ex dirigente socialista Ricardo Garcia Damborenea, que eran "absolutamente falsas". "Es evidente –precisó el ministro– que la verdad no puede venir de quien todos los españoles saben que ha mentido" y al "señor Damborenea sólo le puede creer quien quiere creerle a ciegas". Rubalcaba concluía señalando que "es exclusivamente una opinión jurídica del juez Garzón de la que, por cierto, me he enterado a través de los medios de comunicación".