L D (EFE) Batasuna-ETA no celebró este jueves ni la asamblea ni la manifestación convocadas. Ambos actos estaban prohibidos por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que esta misma tarde dictó una providencia en la que recordaba a la Policía autonómica su deber de impedir esta concentración convocada en protesta por su prohibición anterior de la asamblea de la formación ilegalizada.
En su resolución, Garzón instó a la Ertzaintza a impedir el acto "tanto si la reunión se produce en el local previsto como si se produce bajo el formato de concentración o manifestación, habida cuenta de la ilegalidad de la misma".
Antes de la hora de convocatoria de la manifestación, las 19,30, varias dotaciones de la Ertzaintza se desplegaron en las inmediaciones del parque de Lanuza, donde estaba convocada con el lema "Por los derechos de reunión y asociación, por encima de los ataques, Autodeterminación para Euskal Herria".
Varias decenas de personas se acercaron al lugar pero optaron por ir a la plaza del Ayuntamiento, a escasos metros. Allí, el coordinador de la Mesa Nacional de la ilegalizada Batasuna en Álava, Asier Arraiz, pronunció un breve discurso ante algo más de una treintena de proetarras.
Arraiz dijo a los congregados, entre los que había varios destacados militantes de Batasuna-ETA como Pablo Gorostiaga o Julen Aginako, que para el entorno de ETA es "complicado entender que existe un proceso democrático abierto, cuando hay formaciones políticas que no pueden participar en igualdad de condiciones". Aseguró que, pese a ello, "la izquierda abertzale va a seguir adelante en favor de un escenario de paz, democracia y libertad" y para ello, anunció, "seguiremos movilizándonos y reuniéndonos".
En el momento en el que los congregados daban por concluida su reunión, con el canto del "eusko gudariak" (canto al soldado vasco) hicieron acto de presencia en la plaza tres furgonetas de la Ertzaintza cuyos integrantes no llegaron a apearse de los vehículos.