(Libertad Digital) El viernes pasado acudieron a declarar a la Audiencia Nacional, citados por Baltasar Garzón, tres personas: Esther Aguirre, Juan Cruz Aldasoro y Mikel Galarza. La primera había convocado "como ciudadana anónima" una manifestación para el sábado en Alsasua. El segundo es un dirigente de la formación ilegalizada que compareció en la rueda de prensa en la que se anunció la marcha. El tercero se había encargado de alquilar un local donde presumiblemente iba a tener lugar, también en esa localidad navarra, la "asamblea nacional" de Batasuna-ETA. Tras tomarles declaración, el juez hizo público un auto en el que daba por neutralizada la reunión ilegal de los batasunos.
Sobre la manifestación, el magistrado apuntaba que aunque los convocantes habían pertenecido a Herri Batasuna y a Euskal Herritarrok, no podía probar la vinculación directa con Batasuna". También advirtió a Aldasoro que no podía actuar como convocante. Algo que ignoró el dirigente batasuno, que además, tomó la palabra al finalizar la concentración.
Pese a lo sostenido por el juez, y según publica El Mundo, finalmente se celebró la "asamblea nacional" de Batasuna-ETA. Fue este sábado, como estaba previsto, aunque en un escenario distinto: en los cines Golem de Pamplona. Hasta allí llegaron cerca de cien batasunos en autobuses desde el País Vasco.
Una "asamblea" pendiente de la legalización
Explica la información de Ángeles Escrivá que no estuvieron ni Otegi ni Pernando Barrena, "pero sí acudieron otros miembros relevantes". Entre los que cita, Joseba Permach, Xabi Larralade o Maite Díez de Heredia.