L D (EFE) Maragall hace estas reflexiones en un artículo de opinión publicado este jueves por El Periódico de Cataluña en el que dice también que el presidente del Gobierno "ya tenía claro hace un año que el candidato socialista en Cataluña podía ser, a su entender, el actual, por poco tiempo, ministro de Industria", José Montilla.
Además, lamenta "la convicción madrileña de que Cataluña y el nacionalismo catalán son la misma cosa y que, como mucho, lo que hay en Cataluña, además del nacionalismo, es una reserva de votos españolistas para el socialismo peninsular en las elecciones generales".
El presidente catalán opina que "tanto le cuesta a la izquierda durar en el poder que una parte del precio de esa duración en el ámbito español puede acabar siendo el de renunciar a un Gobierno o una mayoría estrictamente de izquierda, en España y en Cataluña". En esta línea, Maragall comenta que, cuando Felipe González era presidente, "tuvo que sacrificar a Serra en los últimos cuatro años para facilitar el pacto entre el socialismo español y el nacionalismo catalán", y añade que ahora "la historia se repite".
Maragall, que hace meses acusó a Artur Mas de exigir a Zapatero que no repitiera como candidato a la Generalidad a cambio de apoyar el nuevo Estatuto, afirma que en sus conversaciones con el presidente español "no es que estuviéramos de acuerdo o en desacuerdo: es que, a mi entender, no era presentable el trato de lo uno por lo otro, de Estatuto por presidente", por lo que "no hubo trato".
A partir de ahí, Maragall recuerda el "protagonismo que Zapatero cedió generosamente" a CiU en la aprobación del nuevo Estatuto en el Parlamento español, "sin ser necesario su voto", y avanza "una colaboración franca en Madrid entre el socialismo y el nacionalismo catalán". Y termina recordando que "el pacto socialismo español-nacionalismo catalán también funcionó en la desaparición, teóricamente provisional, del grupo socialista catalán en el Congreso" en 1981.