(Libertad Digital) El Gobierno ya aprobó una subida de los impuestos especiales sobre el alcohol y el tabaco en los últimos presupuestos generales. Ahora quiere volver a subir los impuestos, en este caso sobre los hidrocarburos. Desde el año 2000, el único cambio que se ha llevado a cabo en el impuesto sobre los hidrocarburos es el céntimo sanitario, que se aplica en seis comunidades. Esa es una de las razones que alega el Ministerio para justificar este aumento de los impuestos.
No obstante, los españoles han ido viendo cómo subía el precio de los carburantes desde entonces. En diciembre de 2000 el precio de la gasolina 95 sin impuesto era de 35,6 céntimos de euro y en julio de 2006 es de 55,6, un 56 por ciento más cara. Una subida de impuestos elevaría más los precios de los carburantes, un aumento que se produce en un contexto de un alto diferencial de inflación de España con la zona euro, que en julio fue de 1,6 puntos.
Otro de los argumentos que baraja el Ministerio es la armonización fiscal con la Unión Europea, ya que la Directiva europea obliga a España a subir su tributación de los hidrocarburos antes de 2012, lo que obligaría a una subida de más del 10 por ciento en menos de 6 años. Expansión cita fuentes del sector petrolero, que consideran que la subida del impuesto en 2007 es segura, mientras que en el Ministerio aseguran que no es inmediata.
El aumento de los precios en los últimos dos años ha moderado el consumo de combustibles, y con él la recaudación del impuesto. Este es otro de los argumentos de Hacienda, pese a que su elevación contribuirá a retraer más el consumo.