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Los primeros informes policiales apuntaban a que no se usaron mochilas en los trenes del 11-M

Al menos 4 de las 10 bombas que estallaron en los trenes el 11 de marzo estaban ocultas en papeleras. Eso es lo que recoge uno de los primeros informes de investigación entregados al juez Del Olmo por la Comisaría General de Información, lo cual es incompatible con la tesis de que hubieran podido emplearse mochilas o bolsas de viaje como contenedores de los artefactos. Basta cotejar las dimensiones de la bolsa de Vallecas o de las que se desactivaron en Atocha con las de las papeleras instaladas en el modelo de trenes de cercanías de Madrid en los que se perpetraron los atentados.

Al menos 4 de las 10 bombas que estallaron en los trenes el 11 de marzo estaban ocultas en papeleras. Eso es lo que recoge uno de los primeros informes de investigación entregados al juez Del Olmo por la Comisaría General de Información, lo cual es incompatible con la tesis de que hubieran podido emplearse mochilas o bolsas de viaje como contenedores de los artefactos. Basta cotejar las dimensiones de la bolsa de Vallecas o de las que se desactivaron en Atocha con las de las papeleras instaladas en el modelo de trenes de cercanías de Madrid en los que se perpetraron los atentados.
L D (Enrique Boto) Se ha acusado al juez instructor de los atentados del 11-M de haberse limitado prácticamente a hacer un “corta y pega” de los informes policiales en el auto de procesamiento del 10 de abril pasado. Sin embargo, en esa labor de recopilación, el juez Del Olmo no parece haber tenido en cuenta algunos datos importantes incorporados por la Policía en sus primeros informes sobre los atentados del 11-M. Quizá porque desde el Ministerio del Interior no se ha tenido reparos en presentar al juez informes sucesivos sobre una misma materia claramente contradictorios entre sí.
 
La UCIE (Unidad Central de Información Exterior) de la Comisaría General de Información entregó el 29 de marzo de 2004 al Juzgado Central de Instrucción número 6 un extenso informe general sobre las investigaciones donde se detallaban todas las actuaciones efectuadas hasta el momento. En ese informe, al hablar de los artefactos colocados en los trenes, se afirmaba textualmente:

“En la Estación de Atocha, a las 07:37 horas, se produjeron TRES EXPLOSIONES. Los artefactos estaban ocultos en tres papeleras de los vagones cuatro, cinco y seis. Asimismo, un cuarto artefacto fue localizado en el primer vagón del convoy. Fue detonado artificialmente por los equipos TEDAX.

En la Estación del Pozo del Tío Raimundo, a las 07:38 horas, tuvieron lugar DOS EXPLOSIONES, en los vagones números tres y cuatro del tren. Los artefactos estaban ocultos en una papelera del segundo piso del tercer vagón y en la parte central del primer piso del cuarto vagón. Asimismo, fue localizado un tercer artefacto oculto en el interior de una mochila, de color azul oscuro, que se hallaba en el andén de la parte derecha de la estación mencionada, entre el segundo y tercer vagón. Dicho artefacto fue detonado por los equipos TEDAX.

En la Estación de Santa Eugenia, a las 07:39 horas, tuvo lugar UNA EXPLOSION, en el cuarto vagón del tren. El artefacto estaba situado en el portaequipajes del vagón.

Finalmente, a unos 800 metros de la Estación de Atocha (Téllez), a las 07:41 horas, se produjeron CUATRO EXPLOSIONES en los vagones uno, cuatro, cinco y seis del tren de Cercanías, el cual, en el momento de las deflagraciones, estaba parado en el exterior, frente a la calle Téllez”.


 
En primer lugar, sorprende que 18 días después de los atentados se informe solamente, si bien con una gran precisión, de la localización de seis de los 10 artefactos que explotaron en los trenes. Se detalla lo sucedido en Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, pero no se dice nada de Téllez. Pero lo más significativo es que, de los seis artefactos de cuya localización se da cuenta, cuatro estaban ocultos en papeleras.
 
Posteriormente, los informes policiales darían un giro radical, asentándose la versión de que en los trenes se habían utilizado mochilas o bolsas de viaje. Pero esa versión era incompatible con las observaciones iniciales de que algunos de los artefactos habían sido introducidos en las papeleras, de modo que esas referencias a las papeleras se eliminaron de los sucesivos informes enviados al juez. Así, las conclusiones recogidas en el auto de procesamiento, que están basadas en informes policiales posteriores, señalan que:
  • En Atocha, el artefacto del cuarto vagón había sido colocado debajo de los asientos plegables; es decir, enfrente –con respecto a la puerta- de la papelera. Los artefactos de los vagones quinto y sexto habían sido colocados junto a la papelera. El artefacto detonado por los TEDAX era una mochila que se encontraba en el suelo, en el centro del primer vagón.
  • En El Pozo, los vagones afectados fueron el cuarto y el quinto (no el tercero) y, en ambos casos, el piso superior. En el cuarto vagón, el artefacto había sido colocado debajo de una papelera y, en el quinto, entre los asientos.
  • En Santa Eugenia, el único artefacto había sido colocado en un portaequipajes.
  • En Téllez, los artefactos habían sido colocados en un portaequipajes del primer vagón, junto a una papelera en el cuarto, en un portaequipajes del quinto y debajo de un asiento en el sexto.
Así, en el auto de procesamiento, nuevamente son cuatro los artefactos colocados "junto a" o "debajo de" una papelera, pero ya del total de las 10 explosiones. ¿Por qué ya no se dice que estaban "ocultos en papeleras"? ¿Se pretendía apuntalar la versión oficial en cuanto a que sólo fueron mochilas o bolsas de deporte los contenedores de los explosivos empleados en la masacre?
 
¿Qué evidencias encontró la UCIE para poder dictaminar categóricamente en su informe del 29/3/04 que cuatro de seis artefactos estaban ocultos en papeleras?
 
Dimensiones incompatibles
 
Si recordamos que las dimensiones de las mochilas o bolsas descritas a lo largo del sumario son incompatibles con su introducción en las papeleras de los trenes, las dudas sobre lo que realmente explotó en ellos (y no sólo sobre los explosivos concretos utilizados, sino también sobre el tipo y tamaño de los artefactos) no dejan de aumentar.
 

Imagen de una papelera en un tren de cercanías de Madrid. Foto procedente del informe Lookfor, publicao en LD

Papelera de un vagón de cercanías de Madrid. Puede apreciarse el tamaño en comparación con los asientos plegables. Foto incluida en el informe Lookfor. El informe completo puede consultarse en el Fondo Documental elaborado por los participantes en el blog de Luis del Pino.
 
 
Por los datos del sumario, hasta ahora sólo conocemos tres modelos de bolsa en los que supuestamente ha habido bombas. Se trata de la famosa mochila de Vallecas, la bolsa descrita primero por el policía municipal Jacobo Barrero y luego por la Policía Nacional y la que hicieron estallar controladamente los Tedax en la estación de Atocha. En el primer caso, las dimensiones que figuran en el auto son de 25 cms. de ancho por 25 cms. de alto y 45 cms. de largo. Aunque ha cobrado fama como mochila es una "bolsa de deportes de loneta".
 
 
Dibujo de la Policía presentado el juez Del Olmo. En cuanto a la mochila descrita por Barrero y dibujada al detalle para el juez por la Policía, aunque no figuran expresamente las dimensiones, tampoco permiten admitir que estuvieron dentro de la papelera de un vagón.
 
El tercer caso, el de la mochila explosionada bajo control de los desactivadores en la estación de Atocha, las dimensiones aportadas al sumario son de 40x30x15 centímetros. La forma que se describe en el auto sí coincide, como en el caso anterior, con una mochila o macuto.
 

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