L D (Luis del Pino) El propio auto de procesamiento dictado por Del Olmo, donde se recogen los informes que la Policía y la Guardia Civil le han ido enviando, está lleno de contradicciones en lo que a ese teléfono 656722489 respecta.
Así, mientras que en su informe de análisis de las tarjetas de la trama 11-M (página 901 del auto de procesamiento), la Policía afirma textualmente que "no consta ningún contacto telefónico entre Zouhier y Jamal Ahmidan", en otro informe (página 1083 del auto) la Policía detalla hasta 6 contactos distintos entre el teléfono 656722489 de Jamal Ahmidan y Rafá Zouhier. Por su parte, la Guardia Civil afirma (en la misma hoja del sumario) que entre el 27 de febrero y el 11 de marzo de 2004 hubo un total de 17 contactos entre esos dos teléfonos.
El análisis de los listados originales de llamadas aportados por Movistar revela que el número total de contactos es de 19 (los 17 señalados por la Guardia Civil más los 2 contactos que la Policía señala los días 17 y 18 de marzo de 2004).
Pero el análisis de las llamadas y de las transcripciones telefónicas revela, además, otro dato fundamental: Rafá Zouhier se reunió con el propietario de ese teléfono 656722489 (que la Policía dice que es Jamal Ahmidan) durante la noche del 18 de marzo, horas antes de ser detenido por la UCO. Concretamente, en la conversación mantenida a las 3:55 de la madrugada, su interlocutor, que estaba esperando a Rafá Zouhier, le dice en árabe a Rafá "que se dé prisa".
Si es verdad, como afirma la Policía, que ese teléfono pertenecía a Jamal Ahmidan (informe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional remitido el 29 de septiembre de 2005 al juez), alguien tendría que explicarnos por qué después de dos años y medio nadie le ha preguntado a Rafá Zouhier por esa reunión con el que en aquel momento era el terrorista más buscado del país.
Y si ese teléfono no pertenece a Jamal Ahmidan, alguien debería explicarnos por qué se le ha vuelto a mentir al juez Del Olmo sobre la propiedad de ese teléfono y qué averiguaciones se han hecho para determinar el verdadero propietario. Propietario, por cierto, que podría aportar información muy interesante acerca de la compra de las tarjetas empleadas en la mochila de Vallecas.