L D (Europa Press) Aprovechar los días festivos para organizar manifestaciones a favor de los etarras es algo "impuesto por constumbre, con aspecto ceremonioso". Así es como ha calificado la manifestación prevista para este viernes el portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, a quien le ha parecido "respetable" que se produzca la marcha. "El ciudadano en su ejercicio y perfecto uso de sus derechos civiles y políticos puede convocar una manifestación", ha sostenido, con un argumento muy similar al que emplea Zapatero cuando trata de justificar la inacción de la Fiscalía ante convocatorias de los batasunos.
Muy interesado en distinguir parcelas dentro de la "izquierda radical", ha señalado en Radio Euskadi que los actos de terrorismo callejero "forman parte también de otro ritual veraniego" y que los llevan a cabo sólo una de estas partes por la "necesidad de dar rienda suelta a las tensiones que entre esa izquierda radical puedan estar coexistiendo o conviviendo".
Urkullu ha señalado que estos actos de terrorismo callejero retrotraerían a la tregua del 98, cuando la violencia de los proetarras fue "una lacra" para el proceso. Por eso el dirigente peneuvista ha lanzado un mensaje a Batasuna-ETA al afirmar que estos actos de violencia callejera "cuando se quieren controlar, se controlan".
En su interés por puntualizarlo como un segmento incontrolado, Urkullu ha reclamado a la "izquierda radical" que tenga "una sola voz" que hable "en nombre de las sensibilidades muy diversas de sus bases". Al Gobierno le ha reclamado que modifique la política penitenciaria porque es lo que pone "tenso a las izquierdas radicales".