(Libertad Digital – Víctor Gago) El Gobierno ya está negociando con ETA. ¿Le anunció la banda terrorista su intención de publicar un nuevo comunicado, el quinto desde la declaración de tregua? ¿Se ha enterado el Gobierno, al leer Gara, de lo que piensa ETA sobre la situación de sus tratos con el Gobierno de España?
El 29 de junio, José Luis Rodríguez Zapatero anunció el inicio de la negociación.
El 3 de julio dijo en La India que ya había designado a sus interlocutores y que "el asunto está en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba", ministro del Interior.
El 14 de julio, María Teresa Fernández reconoció que las negociaciones ya han comenzado y que discurren "según lo previsto y sin ningún problema" ¿"Sin ningún problema"?
El 31 de julio, Zapatero desde Mallorca y Fernández desde Bogotá defendieron la conveniencia de un "apagón informativo" sobre la negociación.
Si el Gobierno se ha enterado por Gara de lo que piensa ETA, los negociadores del Gobierno están fracasando. Y si había pactado con ETA el comunicado, la iniciativa es una componenda cuyo sentido deberá explicar.
El quinto comunicado de chantaje de ETA desde el comienzo de la tregua se produce en plena negociación con el Gobierno. Las conversaciones han comenzado, según admitió el pasado 14 de julio la vicepresidenta Fernández de La Vega. La iniciativa de ETA produce el interrogante de si los interlocutores del Gobierno la conocían por adelantado.
Uno o varios representantes de Zapatero, cuya identidad se desconoce, han estado conversando con terroristas desde, al menos, el pasado 29 de junio, que fue la fecha en la que Rodríguez Zapatero anunció en un corrillo de periodistas el inicio de la negociación, incumpliendo su compromiso de exponerlo ante el Pleno del Congreso.
El "asunto está en manos" de Alfredo Pérez Rubalcaba, según indicó Zapatero en La India el pasado 3 de julio. El comunicado de ETA, ¿les ha cogido por sorpresa? En tal caso, ¿qué transparencia se profesan los negociadores? Y, sobre todo, ¿por qué María Teresa Fernández de La Vega dijo el pasado 14 de julio que las negociaciones se desarrollan "sin ningún problema y según lo previsto"?
Lo que para el Gobierno representa "ningún problema y según lo previsto", ETA lo considera, en su comunicado de este viernes 18 de agosto, "una situación de crisis evidente". Si el Gobierno conocía esta opinión de sus compañeros de mesa, ha mentido, y si la desconocía, está siendo engañado por los terroristas.
El "apagón" arruinado
La hipótesis de un comunicado pactado con el Gobierno abre, a su vez, diversos interrogantes. ¿Qué persigue el Gobierno aceptando que ETA aparezca en público tensando la cuerda? Los terroristas reiteran su conocido chantaje al Estado: legalización incondicional de Batasuna-ETA, beneficios para los presos y la llamada "mesa de partidos" sobre autodeterminación y anexión de Navarra. En su artículo editorial, Gara señala como únicos gestos alentadores la declaración de tregua de ETA y el compromiso de Zapatero de reconocer "el derecho de los vascos y las vascas a decidir sobre su futuro". Sobre estos dos pilares, ETA mantiene la expectativa de que el Gobierno imprima resultados concretos a la negociación.
Esta visión del proceso choca con el optimismo del Gobierno y arruina su "apagón informativo". Lo que el Gobierno no cuenta, lo cuenta ETA, convertida así en portavoz de la negociación y obligando ahora al Gobierno a responder o asentir por la vía del silencio.
Cuando ETA avisa, en su comunicado, de que no aceptará que el PSOE utilice la negociación para "desarrollar su propio modelo de Estado y convertir el proceso en un mero instrumento para continuar en el poder", está suministrando información relevante sobre la motivación con la que Rodríguez Zapatero afronta sus tratos con los terroristas, que no es la de desarmar a ETA, sino ganar tiempo y generar expectativas de paz como estrategia electoralista. Más preguntas: ¿Conocía el Gobierno que este es el análisis de ETA? ¿Sabía que iba a difundirlo? ¿Se ha enterado por Gara?
No es lo mismo que ETA difunda uno de sus comunicados sin que existan, al menos oficialmente, contactos con el Gobierno, a que lo haga cuando el Ejecutivo ya ha reconocido que está hablando con ETA.
Estar hablando con ETA significa que hay interlocutores que se reúnen con regularidad, hay un calendario, unas reglas de juego, un método de trabajo y un compromiso tácito o explícito de lealtad y transparencia. Si ETA lo ha traicionado dando a conocer información relevante sobre la marcha de la negociación, es evidente que el Gobierno está en una posición de debilidad, a merced de las iniciativas de ETA. Pero si, por otra parte, conocía de antemano el comunicado, ¿qué persiguen terroristas y Gobierno con la componenda?
El comunicado se difunde un día después de la escandalosa decisión judicial de poner en libertad a David Pla y Aitor Llorente, los etarras asesinos del senador del PP Manuel Jiménez Abad. ETA insiste en su chantaje sobre la situación de los presos, cuya situación califica de "secuestro de ciudadanos vascos", y recuerda al Gobierno que sigue "sin cumplir sus compromisos de alto el fuego". De nuevo, las dudas: ¿Necesita hacerlo por medio de un comunicado? ¿No es más fácil reprochárselo a la cara a los enviados de Zapatero y Rubalcaba? En su fanfarria editorial para saludar el comunicado etarra, el diario vocero Gara subraya la coordinación de la banda con las declaraciones de Otegi y con la presión de "los familiares de los prisioneros".
Quieren más
ETA considera que puede obtener del Gobierno más de lo que está obteniendo, y no duda en chantajearlo públicamente, al margen de la mesa de negociación que el Gobierno dice que se desarrolla "según lo previsto y sin ningún problema".
Zapatero ya se ha comprometido a "respetar la decisión de los vascos", un compromiso que Miguel Buen, secretario socialista en Guipuzcoa, se apresuró a recordar el pasado domingo tras la desafiante manifestación de Batasuna-ETA.
Los terroristas ya han obtenido la legalización de facto de Batasuna-ETA, que utiliza despachos de ayuntamientos, se exhibe en las calles del País Vasco, amedrenta a dirigentes y sedes el PP y mantiene el terrorismo callejero, todo ello con total impunidad. También han obtenido las primeras medidas judiciales de gracia de algunos jueces que, como sugirió Cándido Conde-Pumpido, deben "adaptar sus decisiones al nuevo contexto político" inaugurado por la tregua etarra y lo están haciendo al pie de la letra. ETA considera que puede obtener más y, de nuevo, la pregunta es: ¿por qué lo hace a través de un comunicado? ¿Por qué considera que la transparencia es el punto flaco del Gobierno?
Desde el otro lado de la mesa, el Gobierno no se da por aludido por el malestar de sus compañeros de viaje. Aceptando la hipótesis de que el Gobierno se haya enterado por Gara, la respuesta sería que ETA ha tenido que recurrir a este método para que Zapatero y el PSOE se enteren de lo que no quieren enterarse en las negociaciones secretas. Pero en el caso de que el Gobierno haya pactado el comunicado con ETA, la hipótesis apuntaría a una motivación más inquietante. El Gobierno necesitaría de la amenaza para para preparar a la opinión pública sobre las concesiones que tendrá que hacer. En ambos casos, tanto si el Gobierno ha vuelto a ser traicionado por el comunicado de ETA, como si ha pactado su difusión, puede que ambos vuelvan a favorecerse mutuamente ante sus respectivos consumidores: ETA, demostrando a sus huestes que sigue firme en sus condiciones; el Gobierno, especulando electoralmente con la expectativa de paz, es decir, ganando tiempo mientras proclama que todo transcurre "según lo previsto y sin ningún problema".