(Libertad Digital) La primera valoración que hace Mikel Buesa del comunicado etarra difundido este jueves por el diario Gara es que "ETA no está satisfecha por cómo va la negociación con el Gobierno". Considera el presidente del Foro de Ermua que este es el mensaje fundamental. Responde, ha apuntado en La Mañana de la COPE a que es "evidente" que el PSOE y ETA han emprendido un proceso de negociación y conversaciones que ha generado en la banda terrorista unas expectativas.
Según Buesa, esa confianza de los etarras puede que responda "a algún preacuerdo o sugerencia del Gobierno o puede que sea un delirio". Sin embargo, interpreta el comunicado, "las cosas no van por el camino previsto de los terroristas y amenazan con romper todo ese proceso". Esta situación denota, a su entender, que el Gobierno ha fracasado en la generación de esas expectativas y no ha logrado que el terrorismo termine. Argumento que utilizó Zapatero para justificar la negociación con ETA, "que todo se hacía para que el terrorismo se acabara".
Las expectativas del Gobierno para ETA
En medio de la negociación han surgido voces dentro del PSOE que preparan el terreno para posibles medidas de gracia a los etarras. Mikel Buesa no tiene dudas: "Lo del indulto viene a decirnos que las expectativas generadas en ETA respondían a algún tipo de planteamiento del PSOE, si no, a cuento de qué viene que el socialista Miguel Buen ande vendido la posibilidad de conceder indultos a diestro y siniestro y la posibilidad de soltar a los presos". Entiende que estos planteamientos no tienen sentido más que en el marco de algún acuerdo al que se hubiese podido llegar.
Sin embargo, considera que el PSOE se ha equivocado porque "creyó que podía generar este tipo de expectativas porque la sociedad iba a responder entusiastamente, con grandes deseos de paz e iba a aceptar las concesiones políticas y penales a ETA siempre que la violencia terrorista terminara". Tal y como ha recordado, lo que han mostrado las encuestas y las manifestaciones en el último año y medio es que la sociedad española "no acepta entusiastamente nada". Cifra en torno al 60 ó 70 por ciento los españoles que rechazan que "a ETA se le conceda ningún tipo de ventaja política y penal a cambio de que deje de matar". Esto explicaría que el Ejecutivo se vea ahora incapaz de seguir con ese proceso. Por eso concluye que "el Gobierno ha fracasado en esa política y alguien tiene que empezar a exigirle responsabilidades".
La permisividad del Gobierno con Batasuna-ETA
La cada vez mayor presencia de Batasuna-ETA en las calles considera Buesa que "forma parte del mismo juego". La permisividad con los batasunos y sus expresiones públicas "forma parte de esos acuerdos que el Gobierno haya podido alcanzar con ETA". Tal y como recuerda el presidente del Foro de Ermua, Batasuna-ETA ya ha dicho que no es un proceso de paz sino de autodeterminación y "cuando alguien interpreta lo que habla con el Gobierno en ese sentido es porque algo habrá así".
Por último, Buesa ha lamentado que ETA y Batasuna están "alcanzado la calle sin encontrar freno. Sólo actúa, y no siempre, la Audiencia Nacional, pero no es la que tiene que frenarlas, sino que primero debe hacerlo la Consejería de Interior del Gobierno vasco y si no, el Ministerio de Interior".
La AVT pide al Gobierno una "respuesta contundente"
A través de un comunicado, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha reclamado al Ejecutivo que dé una "respuesta contundente" a los asesinos. Es su primera reacción tras el último comunicado etarra. Según el colectivo que preside Francisco José Alcaraz, las nuevas amenazas de los terroristas demuestran "una vez más" que la banda es "lo que es", "un grupo de asesinos que sólo entiende el lenguaje de las armas y del dolor".
Además, considera que "de nuevo asistimos al bochornoso espectáculo de presenciar cómo el Gobierno de un Estado democrático se somete a los designios de una banda de asesinos, cuyo único fin es acabar con el Estado de Derecho del que disfrutamos todos los españoles".
Según la AVT, se confirma su teoría de que "la negociación entre el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero y los asesinos de ETA se basa en el pago de un precio político a estos últimos". También hace un llamamiento "a la rebelión cívica de todos los españoles, ante lo que constituye una agresión intolerable a nuestro Estado de Derecho y a los fundamentos de nuestro sistema político democrático".