L D (Europa Press) El diplomático Jorge Dezcallar hizo estas declaraciones tras ser recibido en audiencia por el presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, quien se interesó por la visión del diplomático sobre la situación nacional e internacional. Sobre las negociaciones con los terroristas, subrayó que el "alto el fuego" y la ausencia de víctimas mortales en los últimos tres años son una "buena noticia". Recordó, no obstante, que el Gobierno del PP ya colocó a ETA en una "posición de debilidad" como no la había habido nunca, lo que, a su juicio, fue "bueno y positivo" y "facilitó la situación actual".
Tras precisar que no es de su agrado llamar "proceso de paz" al inicio de conversaciones entre el Gobierno y la banda terrorista, confió en que Zapatero pueda conseguir en efecto el desmantelamiento de ETA. "Será, sin duda, objeto de un proceso largo, difícil, complicado y que debe ser discreto, porque no creo que la publicidad ayude mucho", señaló el ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), quien aseguró tener la "enorme ilusión" de que la ciudadanía verá el fin de ETA y dijo desear "con toda el alma" que así sea.
La "desproporcionada" respuesta israelí
El otro tema que tocó Dezcallar fue la crisis en Oriente Medio y el envío de tropas españolas al sur del Líbano. Sobre el conflicto, dijo que "ha habido unas provocaciones por parte del Líbano y una respuesta de Israel que ha sido muy dura y probablemente desproporcionada". Además, señaló que la situación que vive Oriente Próximo tiene su origen en el fracaso de la política israelí de no haber sido capaz en los cincuenta años de historia como Estado independiente de ser aceptado en la región geográfica a la que pertenece.
El diplomático manifestó su alegría por el hecho de que la comunidad internacional, "aunque tarde", haya decidido tomar cartas en el asunto. "Lo importante ahora es que cesen las hostilidades y el terrible drama humanitario que se están viviendo", recalcó. Dezcallar, sin embargo, precisó que esta medida es un "paliativo" y que es imprescindible encontrar un 'modus vivendi' que garantice a Israel niveles de seguridad aceptables y que se defiendan los "legítimos derechos de la causa palestina" que, a su juicio, "están en el corazón del problema árabe-israelí".