LD (EFE) En un duro discurso contra Israel pronunciado en la Unión de Periodistas sirios, el presidente Bachar al-Asad anunció que Siria seguirá apoyando a la organización terrorista libanesa Hezbolá, cuyo "triunfo" en la guerra no declarada es, dijo, una "fuente de orgullo" para todos los miembros de la resistencia.
En el enfrentamiento que este miércoles entró en su tercer día de tregua, Al-Asad destacó que los terroristas proiraníes salieron victoriosos porque el Estado israelí fue "derrotado desde el principio". El triunfo y los "logros de la resistencia en el último enfrentamiento", afirmó, convirtieron en "ilusiones" las ideas sobre un nuevo Oriente Medio.
El mandatario sirio también criticó duramente la actuación de algunos gobiernos árabes en la crisis, y dijo que tanto la "victoria de la resistencia" como la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU, para el cese de hostilidades, "puso de manifiesto la debilidad de los (regímenes) árabes".
Asad, cuyo país es considerado junto a Irán como el principal apoyo de Hezbolá, y que durante su discurso calificó de "enemigo" a Israel, acusó a "algunas partes (líderes) libaneses" de haber instigado al Ejército israelí a "lanzar la guerra contra el Líbano para acabar con la resistencia". Añadió que Tel-Aviv "ha perdido su invulnerabilidad en esta batalla. La agresión contra Líbano formó parte de un plan preparado desde años, pero Israel ha fracasado, como fracasaron sus aliados en Líbano".
El presidente sirio calificó al Estado israelí de "enemigo", y dijo que desde su creación "cada nueva generación (árabe) lo odia más que la anterior", y que "algún día aparecerá una generación que vengará las matanzas cometidas contra los pueblos libanés y palestino". Por ello, pidió a los países árabes que "apoyen la resistencia" como carta de presión para conseguir la paz en Oriente Medio, y añadió: "Si no buscamos los factores de la fuerza nadie nos hará caso".