(Libertad Digital) A lo largo de la media página que dedica Gregorio Peces Barba en el diario El País a despedirse del puesto de Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo que dejará durante el verano, Peces hace un extenso recorrido de sus colaboraciones con anteriores gobiernos, con especial detenimiento en las legislaturas de José María Aznar. Este es el argumento que utiliza para asegurar que al aceptar el puesto creyó que accedía a un cargo que gozaba de Concordia y que se equivocó porque no era así.
Después de relatar su implicación en el Centro de Estudios Constitucionales, su colaboración con los ministerios de Educación que dirigieron en su día Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, y de su paso por el patronato de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Peces comienza a repartir ataques y asegura que al acceder al Alto Comisionado se encontró con la "hostilidad de los populares", a las que añade las de "algún dirigente de asociaciones de víctimas próximo al PP". En el capítulo de reproches hace una crítica especial de "dos o tres buenos amigos del PP, que son los de la Universidad, hace más de 40 años, cuyo silencio me ha resonado tanto como el vocerío más estruendoso".
Capitulo especial en la despedida de Peces Barba merecen las Víctimas del Terrorismo, dice el, todavía, Alto Comisionado que "en las manifestaciones que organizó la AVT fui increpado e insultado" y se queja de que oyó a los asistentes y las víctimas corear frases como "Peces-Barba dimisión". No obstante, agradece a muchas víctimas su comprensión y solidaridad y dice que la mayoría de las que le mostraron su apoyo fueron las víctimas no afiliadas a ninguna asociación, que ha cifrado en casi el 80 por ciento de la totalidad.
Peces finaliza su despedida agradeciendo a los populares Manuel Fraga y Gabriel Cisneros por su afecto y consideración.