(Libertad Digital) Después de conocer el viaje privado que realizó el presidente Zapatero junto a su esposa, sus hijas y la suegra a Londres utilizando un Falcon de la Fuerza Aérea Española, ahora ha trascendido, según publica La Razón, que en todo el continente europeo sólo hay un presidente del Gobierno que carga los gastos de sus vacaciones de verano a las arcas públicas. José Luis Rodríguez Zapatero ha convertido a los españoles en los únicos ciudadanos que pagamos de nuestro bolsillo el descanso del presidente en el palacio de la Mareta. En 2005, Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, hicieron pequeñas remodelaciones, con cargo a los Presupuestos, en este Palacio que utilizan por segundo año consecutivo para su descanso veraniego.
Un palacio de Patrimonio Nacional
El palacio de La Mareta fue un regalo que hizo en 1991 Husseín de Jordania a los Reyes de España. Fue deseo de Juan Carlos cederlo más tarde a Patrimonio Nacional, que es el actual titular de la residencia. Este palacio está situado en las costas de Teguise, en la isla canaria de Lanzarote, y cuenta con dos piscinas, un embarcadero, un helipuerto, cancha polideportiva y un búnker de seguridad, entere otras comodidades.
Esta residencia ha sido elegida para su vacaciones también por la Familia Real española y por otras importantes personalidades internacionales. Husseín de Jordania la ordenó construir a finales de los 70 pero jamás se hospedó en ella. Quien sí la disfrutó fue su hijo, que la escogió para pasar su luna de miel.
Unas vacaciones en familia
El presidente del Gobierno va a pasar el mes de agosto en compañía de su familia. Estarán en La Mareta hasta el 22 de agosto, día en que tiene previsto regresar a La Moncloa. En estos días de descanso, Zapatero sólo tendrá que pagar los gastos personales suyos y de su familia, porque del resto de atenciones, como viajes, alojamiento, seguridad, etc. corren a cuenta del erario público.
A pesar de que el Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero aprobó un Código del Buen Gobierno para evitar los excesos a los que tienen acceso algunos cargos públicos, y no caer en la ostentación, el presidente es el único en el viejo continente que disfruta de privilegios como gozar de unas vacaciones a cuenta del estado.
Los primeros ministros de Suecia y Dinamarca, por ejemplo, ostentan menos derechos laborales que el resto de ciudadanos. Por ejemplo, el danés no recibe un sueldo, sino una contraprestación económica por su trabajo que no le da derecho a pensión ni a cobrar durante las vacaciones.
Casos similares se repiten por toda Europa. El primer ministro británico, Tony Blair, se alojó el pasado verano en la residencia del cantante Cliff Richard en las Islas Barbados. Debido al coste cero propiciado por esta estancia en Barbados, el propio Blair ofreció una donación muy generosa a una ONG y pagó los billetes y otros gastos personales. En Francia, el primer ministro, Villepin, sacará el dinero de su propia cuenta personal para disfrutar sus vacaciones. Lo mismo sucede en Italia, donde Romano Prodi también tendrá que costearse su descanso estival de su propio bolsillo.