L D (EFE) La ministra dijo en una entrevista a Efe que si se mantiene el actual ritmo de lluvias, al final del año hidrológico, estaríamos en una cifra de los 240 hectómetros cúbicos en los embalses de la cabecera del Tajo, es decir, por debajo de los cuales la ley no permite el trasvase a la cuenca del Segura. "Por tanto, al empezar el mes de octubre dependerá si hay suficientes lluvias como para remontar esa situación, se podrá seguir trasvasando agua a la cuenca del Segura", señaló, pero agregó que "en el caso de que no haya una recuperación, tenemos previsto un conjunto de actuaciones que deben permitir compensar la no transferencia de agua para abastecimiento".
Narbona apuntó que estas actuaciones "van desde la puesta en marcha para esa fecha de la segunda planta desaladora de San Pedro del Pinatar, como también de la apertura de nuevos pozos de sequía". Otra posibilidad será la de "adquirir derechos de agua dentro de la propia cuenca o de otras cuencas y reasignar derechos del agua a favor del abastecimiento, que es una prioridad, y puede llegar a comportar una "expropiación" de derechos del agua existentes.
La ministra subrayó que "podemos utilizar esa figura, una figura límite, pero prevista por la legislación", ya que "hasta ahora lo que se han hecho son intercambios de derechos del agua con compensaciones económicas pactadas entre las partes". No obstante, se mostró optimista acerca de la situación, y consideró que "en septiembre puede haber ya algunas lluvias y sobre todo en octubre, que es el inicio del nuevo año hidrológico, y en ese momento las predicciones sobre lluvia tienen un rango muy amplio de variabilidad".
"La peor de las hipótesis"
"Puede llover mucho y compensar en gran medida esta situación o podemos entrar en un tercer año de sequía", dijo la ministra y especificó que "esa es la disyuntiva y hay situaciones intermedias que también son posibles"."Nosotros siempre trabajamos pensando en la peor de las hipótesis, es lo que ha permitido evitar -a pesar de haber sido tachados de catastrofistas en varios momentos- que las consecuencias de esta sequía hayan sido graves", indicó.
Hasta ahora "no lo han sido, aunque es verdad que ha habido unos efectos negativos sobre la agricultura, pero hay que recordar que el año pasado se aprobó un decreto-ley de medidas excepcionales especialmente generosas hacia la agricultura y la ganadería". Este año "estamos ya analizando con el Ministerio de Agricultura una nueva norma de este tipo para compensar económicamente a los mayores afectados por la sequía".
También se mostró optimista la ministra porque "hemos evitado lo peor, que haya que cortar el agua en las ciudades", y "seguimos trabajando con obras de emergencia, con medidas de gestión y con campañas de concienciación, y lo único que pedimos es que todas las administraciones sean conscientes de la gravedad del momento y de la necesidad de ajustar al máximo sus consumos de agua".
El Ministerio de Agricultura "consideraba oportuno analizar la necesidad de una norma parecida a la del año pasado cuando ya hubiera una estimación aproximada de la incidencia de la sequía en este segundo año consecutivo". Por ello,"la parte de ayudas que van contra nuestro presupuesto y que son básicamente ayudas en cuanto a eximir del pago de tarifas de agua a los agricultores, supongo que la podremos tener preparada al final del verano", dijo.