(Libertad Digital) El diario ABC cita el informe que ha elaborado la Guardia Civil. Aunque ahora el caso está en manos de Garzón, tras su reincorporación a la Audiencia Nacional, fue Grande Marlaska el que ordenó abrir una investigación al conocer las grabaciones telefónicas practicadas a Joseba Elosua, considerado el jefe de la red de extorsión de ETA. En esas conversaciones el etarra sostenía que el pasado 4 de mayo se le acercó en Irún un "txakurra", término despectivo que ETA y su entorno utilizan para referirse a los policías. Le entregó un teléfono móvil para hablar con alguien que le iba a avisar de que estaba siendo investigado por su implicación en el cobro del chantaje terrorista.
El informe de la Benemérita sostiene que ese teléfono pertenece a la Comisaría General de Información que dirige Telesforo Rubio. El mismo al que el juez Marlaska apartó de la investigación a finales de junio. Entonces se dijo que había "fuertes desavenencias" entre ambos. Poco después desveló El Mundo que el magistrado adoptó esta decisión cuando supo que el comisario general de Información tardó tres días en informarle de que se había producido el chivatazo a ETA.
Para aclarar ese soplo están en marcha dos actuaciones. Por un lado la investigación encargada a la Guardia Civil, que ya está dando sus frutos. Por otro, y por orden de Garzón, el reconocimiento fotográfico al que se sometió a Joseba Elosua de un centenar de agentes adscritos a la Comisaría General de Información y a otras unidades antiterroristas del País Vasco. El etarra, ya encarcelado, dijo no poder reconocer a ninguno de ellos como la persona que se le acercó en Irún para entregarle el móvil.
El soplo detuvo la operación policial
El chivatazo, recuerda ABC, "no se produjo un día cualquiera" sino que fue el 4 de mayo, día en el que el juez Grande Marlaska iba a ordenar la actuación policial contra la red de extorsión. El soplo provocó que fuera retrasada hasta el 20 de junio. Según consta en las grabaciones telefónicas a Elosua, el policía que le dio el chivatazo lo justificó "para no fastidiar el proceso" al tiempo que le pedía que no lo comentara con nadie.
El diario de Vocento concluye que "el propio desarrollo de los acontecimientos apunta a que la persona que hizo la llamada estaba ese día en el País Vasco y no es improbable que estuviera a poca distancia de Elosua. En cualquier caso, hay otra evidencia: además del teléfono móvil de la Comisaría General de Información tiene que estar necesariamente identificado otro celular del que, sin embargo, no ha trascendido detalles sobre quién es su titular. Y en ambos casos se puede saber el punto geográfico en el que estaban sus usuarios".