L D (EFE) El calendario que maneja el organismo regulador es muy apretado, puesto que el periodo de audiencia pública concedido a las partes concluye el miércoles, un día antes de que el Consejo de la CNE se reúna formalmente para tomar una decisión. Los consejeros tienen ya en sus manos el informe elaborado por los servicios técnicos, las observaciones del ponente, Jorge Fabra, y el análisis del gabinete jurídico.
Además, se han reunido de manera informal en varias ocasiones y podrán hacerlo hasta el miércoles, si lo consideran necesario. No obstante, aún esperan las alegaciones que puedan presentar las partes personadas en el proceso. De acuerdo con los plazos legales, la CNE debe pronunciarse sobre la OPA de E.ON entre el jueves 27 y el sábado 29.
La presidenta del organismo regulador, Maite Costa, dijo el pasado miércoles que lo ideal sería que el dictamen estuviese listo el jueves, para que se pudiera redactar y hacer público el viernes. El ponente, Jorge Fabra, recordó que la CNE debe cumplir esos plazos, porque, en caso contrario, la OPA se consideraría autorizada en virtud del llamado silencio administrativo positivo.
El organismo regulador debe pronunciarse sobre la OPA en ejercicio de la llamada "función 14", que faculta a la CNE para analizar los efectos de la operación en las actividades reguladas. El Consejo puede vetar la operación, tal como ocurrió con la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola en 2003, aprobarla sin más o autorizarla con condiciones, que es la opción más probable.
De hecho, entre las nuevas funciones de la CNE figura determinar cómo afectan las operaciones de concentración a los activos considerados estratégicos, como centrales nucleares o gasoductos internacionales. La decisión de la CNE es vinculante, aunque puede ser recurrida ante el Ministerio de Industria y, posteriormente, por la vía contencioso-administrativa ante la Audiencia Nacional.
Además, se han reunido de manera informal en varias ocasiones y podrán hacerlo hasta el miércoles, si lo consideran necesario. No obstante, aún esperan las alegaciones que puedan presentar las partes personadas en el proceso. De acuerdo con los plazos legales, la CNE debe pronunciarse sobre la OPA de E.ON entre el jueves 27 y el sábado 29.
La presidenta del organismo regulador, Maite Costa, dijo el pasado miércoles que lo ideal sería que el dictamen estuviese listo el jueves, para que se pudiera redactar y hacer público el viernes. El ponente, Jorge Fabra, recordó que la CNE debe cumplir esos plazos, porque, en caso contrario, la OPA se consideraría autorizada en virtud del llamado silencio administrativo positivo.
El organismo regulador debe pronunciarse sobre la OPA en ejercicio de la llamada "función 14", que faculta a la CNE para analizar los efectos de la operación en las actividades reguladas. El Consejo puede vetar la operación, tal como ocurrió con la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola en 2003, aprobarla sin más o autorizarla con condiciones, que es la opción más probable.
De hecho, entre las nuevas funciones de la CNE figura determinar cómo afectan las operaciones de concentración a los activos considerados estratégicos, como centrales nucleares o gasoductos internacionales. La decisión de la CNE es vinculante, aunque puede ser recurrida ante el Ministerio de Industria y, posteriormente, por la vía contencioso-administrativa ante la Audiencia Nacional.