L D (EFE) El presidente venezolano, Hugo Chávez, le hizo este sábado un regalo anticipado "al amigo Fidel" y le ofreció un baño de masas a medida en la ciudad argentina de Córdoba. Chávez y el dictador cubano, Fidel Castro, habían participado horas antes en la trigésima cumbre del Mercosur, en la que Venezuela se estrenaba como miembro pleno del bloque. El cubano fue el invitado especial del encuentro, en un gesto político que los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay justificaron por el hecho de que el Mercosur y Cuba firmaron durante la cumbre un acuerdo de complementación económica.
En la tarde del sábado llegó el contacto "con el ilustre y combativo pueblo de Córdoba", en palabras de Chávez, que esperaba a ambos mandatarios desde hacía varias horas. Unas 30.000 personas les escucharon, vitorearon y aplaudieron. La mayoría eran jóvenes estudiantes de la Universidad de Córdoba, en cuyo campus se celebró el acto, pero también había varios representantes de organizaciones sociales, sindicatos, y grupos de piqueteros afines al presidente Néstor Kirchner, muchos de ellos venidos de otras provincias.
Además, participó Hebe Bonafini, máxima representante de las Abuelas de Plaza de Mayo, asociación que oficialmente organizó el acto. El presidente boliviano, Evo Morales, finalmente no asistió. Estaba previsto que el protagonista del evento fuera Chávez, pero al comparecer Fidel (cuya presencia no se confirmó hasta el último momento) el golpista venezolano le cedió el protagonismo y habló "sólo" una hora.
En la tarde del sábado llegó el contacto "con el ilustre y combativo pueblo de Córdoba", en palabras de Chávez, que esperaba a ambos mandatarios desde hacía varias horas. Unas 30.000 personas les escucharon, vitorearon y aplaudieron. La mayoría eran jóvenes estudiantes de la Universidad de Córdoba, en cuyo campus se celebró el acto, pero también había varios representantes de organizaciones sociales, sindicatos, y grupos de piqueteros afines al presidente Néstor Kirchner, muchos de ellos venidos de otras provincias.
Además, participó Hebe Bonafini, máxima representante de las Abuelas de Plaza de Mayo, asociación que oficialmente organizó el acto. El presidente boliviano, Evo Morales, finalmente no asistió. Estaba previsto que el protagonista del evento fuera Chávez, pero al comparecer Fidel (cuya presencia no se confirmó hasta el último momento) el golpista venezolano le cedió el protagonismo y habló "sólo" una hora.
Chávez: "La integración es nuestra bandera antiimperialista"
Chávez hizo diversas alusiones al imperialismo estadounidense y defendió la nueva integración latinoamericana, que a su entender comienza por el fortalecimiento del Mercosur y tiene como objetivo lograr "una sola fuerza política, económica y social del Caribe al Río de la Plata". "Hoy podemos decir: hemos derrotado al ALCA y un nuevo Mercosur se levanta", añadió Chávez. Chávez lucía una camisa roja, el mismo color de las telas del escenario, coronado por un inmenso cartel que rezaba: "La integración es nuestra bandera antiimperialista".
Castro se desprendió de la corbata con la que había asistido a la cumbre y lució su traje militar verde oliva para explayarse durante dos horas y cincuenta y cinco minutos, a pesar del frío que azotaba la noche cordobesa, que le obligó a ponerse una bufanda. El dictador cubano peroró contra EEUU, cuyo poderío bélico, aseguró, no les servirá para nada, porque "en el futuro las batallas no serán con las armas, serán con las ideas".
Otro de los puntos que más destacó Castro fue la "imperiosa necesidad de acabar con los más de 200 millones de analfabetos funcionales que hay en Latinoamérica". "Tenemos que preparar un programa para erradicar el analfabetismo en este hemisferio en tres años, sólo hay que proponérselo", agregó. Castro alabó varias veces al Mercosur y dijo que aspira a que el bloque se amplíe en los próximos años.
También aseguró que, actualmente, Cuba importa productos del bloque por valor de 500 millones de dólares y exporta por 50. Pero anunció que ya ha dado las órdenes pertinentes para que, a medio plazo, Cuba compre alimentos al Mercosur por valor de 300 millones de dólares. El dictador cubano, que en agosto cumple 80 años, obtuvo incluso un "cumpleaños feliz" cantado por los asistentes, de los cuales se despidió diciendo su rutinario "Patria o muerte".