L D (Agencias) Fernández de la Vega se expresó así en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, en la que anunció que España destinará dos millones de euros para ayuda humanitaria a los afectados e informó de una conversación de Zapatero, y el presidente francés, Jacques Chirac, en la que acordaron "trabajar juntos para lograr el cese de las hostilidades". De la Vega, a diferencia de Zapatero, sí expresó la "condena sin paliativos" a la violencia de Hamas y Hezbóla, así como la exigencia a Israel de que cese su respuesta "desproporcionada", y consideró que ésta es la posición "clara y sin matices" expuesta desde el principio por el Ejecutivo.
La vicepresidenta explicó que el Consejo de Ministros comenzó su reunión con un informe del ministro Miguel Ángel Moratinos sobre la situación en Oriente Medio. Al hilo de ello, subrayó que "para España, tanto Israel como Líbano son dos países amigo, socios, cercanos y estratégicos" y, por tanto, el Gobierno se siente "concernido" en la solución del conflicto y está trabajando y "en permanente contacto" con las dos partes.
La vicepresidenta señaló que, ante la situación, el Ejecutivo ha trabajado para asegurar la integridad física de los españoles que se encontraban en la zona (consideró que se ha actuado "con rapidez y eficacia") y para potenciar la influencia que otorga a España su "privilegiada relación en la zona" y ejercer sus responsabilidades con un objetivo: "siempre la paz". Para lograrla, señaló que el Gobierno ha apostado de forma "clara y sin matices" por hacer pública su posición "con claros mensajes a ambas partes y a la opinión pública nacional e internacional". "Condenamos sin paliativos la violencia de Hamas y Hezbolá y hemos exigido el cese inmediato de toda agresión armada a Israel", dijo la vicepresidenta, quien exigió también la liberación inmediata de los soldados israelíes secuestrados.
Añadió que países como Siria e Irán, "que tienen influencia sobre Hamas y Hezbolá", deben promover esa liberación. En cuanto a Israel, "incluso reconociendo su derecho a la legítima defensa, tenemos que exigir, y así lo hemos hecho –dijo–, proporcionalidad en la respuesta". Al hilo de ello, subrayó que "la población civil o un país entero no deben pagar las agresiones de los terroristas" y el Gobierno también exige a Israel el cese inmediato de las acciones bélicas.
Ante el aluvión de críticas recibidas por la posición del Gobierno en este asunto, consideró que no se corresponden con la realidad, y frente a ellas, aseguró que las relaciones del Ejecutivo con la comunidad judía en España son "extraordinariamente positivas", así como con el Estado de Israel, y, por ejemplo, se ha reconocido la conmemoración del Día del Holocausto. "Que haya alguna discrepancia en un momento determinado o que se interprete de forma interesada alguna actuación como una discrepancia, no significa que se puedan hacer descalificaciones a la posición del Gobierno", añadió. Sin embargo el embajador de Israel, Víctor Harel dejaba claro, muy diplomáticamente, este jueves que las relaciones con España "no pasan por su mejor momento".
La vicepresidenta explicó que el Consejo de Ministros comenzó su reunión con un informe del ministro Miguel Ángel Moratinos sobre la situación en Oriente Medio. Al hilo de ello, subrayó que "para España, tanto Israel como Líbano son dos países amigo, socios, cercanos y estratégicos" y, por tanto, el Gobierno se siente "concernido" en la solución del conflicto y está trabajando y "en permanente contacto" con las dos partes.
La vicepresidenta señaló que, ante la situación, el Ejecutivo ha trabajado para asegurar la integridad física de los españoles que se encontraban en la zona (consideró que se ha actuado "con rapidez y eficacia") y para potenciar la influencia que otorga a España su "privilegiada relación en la zona" y ejercer sus responsabilidades con un objetivo: "siempre la paz". Para lograrla, señaló que el Gobierno ha apostado de forma "clara y sin matices" por hacer pública su posición "con claros mensajes a ambas partes y a la opinión pública nacional e internacional". "Condenamos sin paliativos la violencia de Hamas y Hezbolá y hemos exigido el cese inmediato de toda agresión armada a Israel", dijo la vicepresidenta, quien exigió también la liberación inmediata de los soldados israelíes secuestrados.
Añadió que países como Siria e Irán, "que tienen influencia sobre Hamas y Hezbolá", deben promover esa liberación. En cuanto a Israel, "incluso reconociendo su derecho a la legítima defensa, tenemos que exigir, y así lo hemos hecho –dijo–, proporcionalidad en la respuesta". Al hilo de ello, subrayó que "la población civil o un país entero no deben pagar las agresiones de los terroristas" y el Gobierno también exige a Israel el cese inmediato de las acciones bélicas.
Ante el aluvión de críticas recibidas por la posición del Gobierno en este asunto, consideró que no se corresponden con la realidad, y frente a ellas, aseguró que las relaciones del Ejecutivo con la comunidad judía en España son "extraordinariamente positivas", así como con el Estado de Israel, y, por ejemplo, se ha reconocido la conmemoración del Día del Holocausto. "Que haya alguna discrepancia en un momento determinado o que se interprete de forma interesada alguna actuación como una discrepancia, no significa que se puedan hacer descalificaciones a la posición del Gobierno", añadió. Sin embargo el embajador de Israel, Víctor Harel dejaba claro, muy diplomáticamente, este jueves que las relaciones con España "no pasan por su mejor momento".
Además en referencia a la violenta manifestación antisemita patrocinada por el PSOE, recalcó que el no a la guerra es la expresión de la voluntad mayoritaria de los españoles y, como tal, el Gobierno la respeta, como respeta el derecho de manifestación. Además, calificó de "triste y lamentable" que algunos pretendan centrar la atención en un asunto como el de la foto de Zapatero porque se trata sólo de "una anécdota" ante el objetivo común del fin del conflicto.