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Txapote tiene que ser esposado tras patear el cristal de la Audiencia e insultar al tribunal

La segunda jornada del juicio que se sigue contra el etarra "Txapote" ha dejado otra vez su exhibición chulesca acompañada, en este caso, de insultos al tribunal que le juzga. El terrorista ha retado al presidente Alfonso Guevara, al que no ha reconocido autoridad para juzgarle, y le ha espetado "para monigote de circo tú, no yo". Al negarse a tomar asiento, la Policía ha tenido que intervenir para esposarle: "Me queréis esposar al banco, al pie, a la lengua, eso es lo que queréis", ha depuesto el procesado.

La segunda jornada del juicio que se sigue contra el etarra "Txapote" ha dejado otra vez su exhibición chulesca acompañada, en este caso, de insultos al tribunal que le juzga. El terrorista ha retado al presidente Alfonso Guevara, al que no ha reconocido autoridad para juzgarle, y le ha espetado "para monigote de circo tú, no yo". Al negarse a tomar asiento, la Policía ha tenido que intervenir para esposarle: "Me queréis esposar al banco, al pie, a la lengua, eso es lo que queréis", ha depuesto el procesado.
L D (Agencias) El etarra ha vuelto a exhibir su actitud chulesca y desafiante ante un tribunal. En la segunda jornada del juicio por el asesinato del dirigente vasco Fernando Múgica, Txapote ha provocado un altercado después de que el presidente de la Sección Tercera de lo Penal, Alfonso Guevara, le ordenase que se sentara. "No me da la gana", respondió el sanguinario etarra. "Tú no me vas a decir cuándo me puedo levantar y cuándo no, tú no me lo puedes imponer", añadió. A continuación, Guevara ordenó a la fuerza pública esposar a Txapote, lo que provocó un pequeño forcejeo.
 
"Me queréis esposar al banco, al pie, a la lengua, eso es lo que queréis", espetó el procesado. Tras decir esto, golpeó el cristal blindado del habitáculo en el que se encuentra separado de la sala y desde el que sigue el juicio. Fue dirigido junto a la pared del fondo, donde golpeó los bancos y se puso de espaldas a la sala.

El etarra repitió en la primera sesión del juicio por el asesinato de Fernando Múgica lo que ya hizo cuando la Audiencia Nacional le juzgaba por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Nada más comenzar el juicio dijo que no reconocía al tribunal "para juzgar a luchadores vascos" y acto seguido se negó a responder a las preguntas del fiscal.
 
La actitud desafiante y de indiferencia que mostró en la vista por el asesinato de Miguel Ángel Blanco llevó a la Fiscalía a pedir la máxima pena para él al entender que su evidente falta de arrepentimiento hace necesario "un largo tratamiento penitenciario".
 

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