LD (Agencias) Al entrar en la segunda semana de ofensiva, que podría extenderse al menos quince días más, según fuentes militares israelíes, tropas de infantería realizaron incursiones puntuales fronterizas, mientras las bombas caían en el sur y el este libaneses, así como en Beirut. Varias personas quedaron sepultadas bajo los escombros de sus casas por los bombardeos de las últimas horas en dos aldeas de la región de Tiro (sur), Salaa y Sifra, donde murieron al menos veintiún personas y otras treinta resultaron heridas.
Doce civiles fallecieron en sendos ataques a la ciudad sureña de Nabatiyeh, entre ellos una madre y sus tres hijos y un extranjero, y a la aldea de Nabi Chit, en la región oriental de Baalbeck, donde las seis víctimas mortales buscaban refugio de los ataques. Las bombas también se cebaron en la localidad de Cana, donde se recuperaron los cadáveres de seis miembros de una misma familia. Además, se registraron bombardeos en otras regiones del valle oriental de la Beeka y entre Zahle y Saadnayel.
Hezbolá atacó con misiles katiusha la ciudad israelí de Nazaret, de mayoría árabe, matando a dos niños e hiriendo a tres personas que se encuentran muy graves. A última hora de la tarde , el Ejército israelí ha intensificado sus ataques contra el sur de Beirut y del país, según fuentes de la policía y medios locales. El canal de televisión LBC aseguró que al menos seis personas han muerto a consecuencia de los bombardeos en el sur, sin dar más detalles. Asimismo, aviones israelíes lanzaron varios misiles contra unas oficinas de la televisión de Hizbolá, Al-Manar, en la Bekaa, región situada en el este del Líbano. Según la misma fuente, en la localidad meridional de Zibqin una mezquita fue alcanzada por obuses del ejército de Israel.
Ofensiva terrestre
Ofensiva terrestre
Los misiles impactaron de nuevo en los barrios del sur de Beirut, centro de operaciones de Hezbolá, al igual que en el aeropuerto Rafic Hariri, paralizado desde el comienzo de la ofensiva. Previamente, alcanzaron el barrio cristiano de Hadeth, al sur de la capital y la región de Chueifat, al sureste de Beirut, donde se incendiaron varios camiones de transporte de mercancías. Otros misiles han impactado en Kfar Chuba y Bazurieh, además del este de la ciudad de Tiro, y dejaron tres civiles muertos y otros tantos heridos.
Casi en la frontera, el pueblo de Aita Chaab también fue bombardeado, con el resultado de un muerto y cuatro heridos, según la cadena de televisión LBC. Por vez primera, la aviación israelí bombardeó además el barrio de Chieh en la entrada sur de Beirut, matando a una persona e hiriendo a otras dos
Casi en la frontera, el pueblo de Aita Chaab también fue bombardeado, con el resultado de un muerto y cuatro heridos, según la cadena de televisión LBC. Por vez primera, la aviación israelí bombardeó además el barrio de Chieh en la entrada sur de Beirut, matando a una persona e hiriendo a otras dos
A los bombardeos israelíes se sumaron operaciones de las unidades de infantería que cruzaron la frontera para lanzar "ataques selectivos y precisos" contra posiciones de Hezbolá, según un portavoz militar, que las calificó de "nada fuera de lo común" y añadió que "ya se ha puesto en práctica otras veces". Según Al-Manar, la cadena de televisión de los terroristas chiíes, varios de sus compañeros repelieron una incursión terrestre israelí en Nakura, en la parte occidental de la frontera.Otras fuentes han indicado que los terroristas proiraníes mataron a dos soldados y herido a otros tres en la cercana Aitarún donde se están librando enc arnizados combates. El Ejército no ha confirmado esa información.
Dos semanas más de operaciones
Hezbolá continuó con sus ataques y entre cinco y seis cohetes "Katiushas" alcanzaron la ciudad israelí de Haifa, sin que por el momento se tengan datos sobre víctimas o daños materiales. Antes, los terroristas bombardearon diversas zonas de la región israelí de Galilea y del valle de Hula, ambas en las proximidades de la frontera con el Líbano. Minutos después, una explosión tuvo lugar en una carretera de acceso a Tel-Aviv sin aparentes consecuencias. Las fuerzas de seguridad de la capital israelí y de sus cercanías se encuentran desde hace varias horas en estado de alerta porque un terrorista suicida ha logrado entrar en la zona. En las carreteras de acceso y en los suburbios del norte se han colocado barajes de control y agentes de la Policía patrullan la zona en busca de sospechosos.
Fuentes de la ONU han indicado que miles de personas siguen esperando a ser evacuadas del Líbano a medida de que se intensifican las operaciones militares. El organismo multilateral calcula entre quinientos mil y setecientos mil el número de desplazados.
Según varios medios de comunicación internacionales, Israel cuenta con el apoyo de EEUU para mantener los bombardeos sobre el Líbano durante una semana, con el propósito de debilitar a Hezbolá, mientras fuentes militares israelíes estimaron en al menos dos semanas más la duración de la ofensiva. Más de 250 muertos, en su inmensa mayoría civiles, han muerto en el Líbano desde que comenzó la operación israelí para liberar a los dos soldados retenidos por los terroristas, mientras que los ataques con cohetes se han cobrado la vida de veinticinco israelíes (trece civiles y doce militares).
Destruido la mitad del arsenal terrorista
Según señaló un comandante del Ejército israelí, general de brigada Alon Friedman, en declaraciones a la radio militar israelí, los bombardeos israelíes sobre las posiciones de Hezbolá en Líbano han destruido alrededor del 50 por ciento del arsenal de la organización terrorista libanesa. "Hemos destruido alrededor del 50 por ciento y todavía queda otro 50 del arsenal de proyectiles de Hezbolá", declaró Friedman, precisando que "nos llevará tiempo destruir lo que queda".
Israel ha atacado varias lanzaderas de cohetes de Hezbolá para evitar que los milicianos ataquen Tel-Aviv, indicó Friedman. Israel cree que Hezbolá podría tener unos 20 cohetes que podrían alcanzar la zona de Tel Aviv, y que en los últimos diez años situó al menos 10.000 cohetes en localidades del sur de Líbano. Los misiles tienen un alcance de entre 10 y 70 kilómetros.
Miles de extranjeros dejan el Líbano
En todo el país, unas 500.000 personas, en su mayoría de nacionalidad libanesa, han abandonado sus hogares desde que Israel empezó a bombardear el Líbano, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Decenas de miles de personas abandonaron el Líbano desde que comenzó el pasado miércoles la ofensiva israelí, entre ellos unos 500 españoles, y miles de extranjeros más esperan ser repatriados en las próximas horas y días.
Centenares de estadounidenses, franceses, británicos y ciudadanos de otras nacionalidades se agolpaban este miércoles en el puerto de Beirut a la espera de embarcarse de regreso a sus países, mientras helicópteros norteamericanos y franceses supervisan desde el aire la operación de evacuación. Además, decenas de refugiados de Somalia, Eritrea, Irak o Sudán, acogidos por el Gobierno libanés, se concentran en la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Beirut para poder abandonar el Líbano, lo que es difícil porque no pueden volver a sus países y no tienen un gobierno que les ayude.
Hasta el momento han podido llegar a España más de 600 personas, 435 de ellas españoles, en la operación de repatriación llevada a cabo por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde el pasado viernes, anunció hoy ese departamento. Aún permanecen en el Líbano algo más de un centenar de españoles que no desean abandonar el país, según las autoridades, así como unos 110 en el norte de Israel, de los que la mayoría pretenden quedarse pese a los cohetes de Hezbolá, según fuentes consulares. Durante este miércoles se confirmó la evacuación de unos 3.000 extranjeros, entre ellos un millar de estadounidenses y otro tanto de indios, así como 600 latinoamericanos, unos 500 alemanes, 260 franceses, 180 británicos y 60 argelinos, entre otros.
Centenares de estadounidenses, franceses, británicos y ciudadanos de otras nacionalidades se agolpaban este miércoles en el puerto de Beirut a la espera de embarcarse de regreso a sus países, mientras helicópteros norteamericanos y franceses supervisan desde el aire la operación de evacuación. Además, decenas de refugiados de Somalia, Eritrea, Irak o Sudán, acogidos por el Gobierno libanés, se concentran en la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Beirut para poder abandonar el Líbano, lo que es difícil porque no pueden volver a sus países y no tienen un gobierno que les ayude.
Hasta el momento han podido llegar a España más de 600 personas, 435 de ellas españoles, en la operación de repatriación llevada a cabo por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde el pasado viernes, anunció hoy ese departamento. Aún permanecen en el Líbano algo más de un centenar de españoles que no desean abandonar el país, según las autoridades, así como unos 110 en el norte de Israel, de los que la mayoría pretenden quedarse pese a los cohetes de Hezbolá, según fuentes consulares. Durante este miércoles se confirmó la evacuación de unos 3.000 extranjeros, entre ellos un millar de estadounidenses y otro tanto de indios, así como 600 latinoamericanos, unos 500 alemanes, 260 franceses, 180 británicos y 60 argelinos, entre otros.