(Libertad Digital) El subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Felipe Martínez, especificó que el siniestro se debió a la combinación entre un exceso de velocidad y la rotura de una de las ruedas del ferrocarril, lo que habría provocado el vuelco de dos de los vagones del convoy. Según las primeras investigaciones, el convoy siniestrado, que transportaba a 150 personas, era una composición doble -denominada UTA 3700, de finales de los años 80-, cada una de ellas formado por varios vagones.
La primera unidad fue la que, al parecer, descarriló e hizo que volcaran dos vagones de la segunda unidad. Fuentes de la investigación insistieron en señalar que se trata de una primera aproximación, ya que, a primeras horas de la tarde, los técnicos de Ferrocarriles de la Generalidad Valenciana no habían podido acceder al interior del túnel pues la prioridad había sido evacuar a los heridos.
Horas más tarde de que el subdelegado hubiera manejado como causas más probables la rotura de una rueda y la alta velocidad del convoy, el delegado del Gobierno, Antonio Bernabé, manifestó que "todavía es pronto para poder establecer una causa". Declaró que "se manejan muchas hipótesis" sobre las razones que han provocado el accidente pero "tendrán que ser los técnicos quienes determinen exactamente las causas cuando la investigación esté finalizada".
Declaraciones "aventuradas" y "precipitadas"
Precisamente ese motivo, que las conclusiones de Martínez se conocieran antes de que los técnicos accedieran al túnel, ha llevado a pronunciarse a los representantes del sindicato UGT en la compañía, que calificaron de "aventurado" y "precipitado" el hecho de que ya se conozca que las causas de la tragedia son la rotura de una rueda y el exceso de velocidad.
El portavoz de UGT-FGV, Antonio Soler, manifestó no entender "cómo se pueden saber" las causas del siniestro si hasta el momento no se ha podido hablar con los técnicos de la empresa, que son "los que saben cómo está el material y las instalaciones de la vía". Insistió en que no entiende "cómo puede estar tan seguro", en referencia a Luis Felipe Martínez, de los motivos del accidente si todavía "no han sido retirados todos los cadáveres" del interior de los vagones.
En este orden de cosas, se informó también de que el conductor del convoy había resultado herido leve por lo que se le podría tomar declaración y aclarar definitivamente el suceso, algo que no podrá ser dado que se ha confirmado también la muerte de este conductor.
Desmentidos de la Generalidad
El consejero de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, también criticó las declaraciones del subdelegado y descartó las causas apuntadas por él después de visitar la zona afectada. Afirmó que el convoy estaba "en perfectas condiciones para poder funcionar" pues había pasado con éxito su última revisión la semana pasada, el 27 de junio. Además, dijo, los ejes de la unidad fueron cambiados en 2003 y las ruedas, revisadas el pasado 5 de mayo. Por todo ello, calificó de "poco probable" un exceso de velocidad como origen del descarrilamiento y manifestó que, según sus datos, ninguna rueda se rompió antes del siniestro.
García Antón relató que el personal de FGV pudo acceder a la estación antes de que llegara la Policía, y en esa primera inspección "no vieron ninguna rueda rota ni rotura apreciable" en el convoy siniestrado. El consejero de Infraestructuras y Transportes ha pedido comparecer ante Les Corts Valencianes para explicar "todo lo que haga falta" relacionado con el suceso. Asimismo, afirmó "no entender" por qué Martínez apuntó esas causas al poco tiempo de producirse la tragedia, pues a su juicio "hay que actuar con prudencia antes de decir nada y conocer las circunstancias para dar información fidedigna y veraz".
Después, tras el pleno extraordinario del Gobierno de la Generalidad, el portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, insistió en que el accidente fue "fortuito" y defendió que sería "prematuro e imprudente" hacer una valoración más allá, ya que los técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) serán los que, en los próximos días, tendrán que determinar "con mucho detalle", y contando con las piezas del vehículo siniestrado, lo sucedido. En una comparecencia ante los medios tras el pleno extraordinario del Gobierno valenciano celebrado esta tarde, señaló que "si ha sido una pieza u otra pieza o una velocidad u otra lo tendrá que determinar una estudio concreto de Ferrocarrils". Añadió que esto es "lo prudente y lo razonable".
La primera teoría
Horas antes, el portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, se encargó de señalar que el accidente había sido fortuito, según las primeras investigaciones. Una hipótesis a la que se sumaba la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien señaló que, según los datos de que disponía, el accidente había sido fortuito y se había registrado durante la frenada del convoy, a unos diez metros de la estación de Jesús.
En un primer momento, se sostuvo la teoría de que el descarrilamiento se había debido al desmoronamiento de una de las paredes del túnel, según el testimonio del conductor de otro convoy que circulaba detrás. Desde el tren se había oído un gran estruendo y habían visto una gran nube de polvo. Así lo indicaron fuentes próximas a la investigación, que señalaron que dicho derrumbe habría producido descarrilamiento de un primer vagón, que, a su vez, hizo volcar a otro vagón.
Las primeras llamadas al servicio de Emergencias 112 las hicieron varios de los pasajeros del convoy que sufrió el accidente. Según Emergencias, se registraron unas veinte llamadas poco después de las 13.03 horas de la tarde, momento en que se produjo la tragedia. Además, una joven que esperaba el tren explicó a los periodistas, al salir a la superficie, que había oído un ruido muy fuerte y visto una chispa en el túnel por el que debía llegar el metro.
Primeros testimonios
Dos de los heridos dados de alta en el Hospital General de Valencia recuerdan el suceso destacando la alta velocidad a la que viajaban, los cristales rotos de las ventanillas y la oscuridad que se produjo. Se trata de un hombre de 60 años que viajaba en el vagón descarrilado y que afirma que "el convoy iba muy fuerte y ha golpeado el andén con la curva de la estación de Jesús. Había mucho humo pero no había fuego".
La otra víctima que ya ha sido dada de alta en el mismo hospital, y de la que se conocen las primeras reacciones, es una mujer de 79 años que sólo recuerda como un Policía rompió el cristal de la ventanilla y le ayudó a salir. Otra de las personas que viajaba en el tren siniestrado era una joven que ha resultado ilesa y que recuerda cómo el metro iba acelerando la velocidad mientras se acercaba a la estación de Jesús.
Los funerales, este martes
La Catedral de Valencia acogerá este martes, a partir de las 19.00 horas, los funerales por las víctimas mortales del accidente.