L D (EFE) En un tosco encuentro, al que no le favoreció la conducta errática del árbitro inglés Graham Poll, Australia se quedó con el premio mayor gracias a la pobre actitud de los croatas, superiores técnicamente pero demasiado rácanos frente a la meta contraria. Croacia lo tuvo todo a favor desde el minuto 2, cuando Darijo Srna marcó con un perfecto golpe franco, pero careció de ambición desde ese momento. Al contrario, la selección australiana se lanzó a un ataque feroz, metió en su área al conjunto de Zlatko Kranjcar y obtuvo la recompensa antes del descanso.
Los "socceroos", que se habían sentido perjudicados por un penalti no señalado, cometido por Josip Simunic, que abrazó dentro del área a Mark Viduka, empataron gracias a una frivolidad de Stjepan Tomas, que dio con la mano un balón que no tenía demasiado peligro. Craig Moore ejecutó el penalti y encarriló la clasificación. Sin embargo, despertó Croacia al comienzo del segundo tiempo, llegó con más claridad a la meta de Zeljko Kalac y se encontró con una ventaja inesperada, gracias a un error del guardameta australiano, que dejó escapar entre sus manos un lejano disparo del capitán croata Nico Kovac.
Pero ni así cambió el conjunto balcánico su cicatero plan. Volvió a entregar el balón a Australia, le dio todo el campo y, con más empeño que calidad, el equipo de Hiddink se acercó al gol. Reclamó un nuevo penalti, por otra increíble mano de Tomas, empeñado en despejar de puños todo balón por alto que tuvo al alcance, pero también se vio favorecido por la concesión del gol de Harry Kewell, que recibió en fuera de juego un pase hacia atrás de cabeza de John Aloisi.
Los "socceroos", que se habían sentido perjudicados por un penalti no señalado, cometido por Josip Simunic, que abrazó dentro del área a Mark Viduka, empataron gracias a una frivolidad de Stjepan Tomas, que dio con la mano un balón que no tenía demasiado peligro. Craig Moore ejecutó el penalti y encarriló la clasificación. Sin embargo, despertó Croacia al comienzo del segundo tiempo, llegó con más claridad a la meta de Zeljko Kalac y se encontró con una ventaja inesperada, gracias a un error del guardameta australiano, que dejó escapar entre sus manos un lejano disparo del capitán croata Nico Kovac.
Pero ni así cambió el conjunto balcánico su cicatero plan. Volvió a entregar el balón a Australia, le dio todo el campo y, con más empeño que calidad, el equipo de Hiddink se acercó al gol. Reclamó un nuevo penalti, por otra increíble mano de Tomas, empeñado en despejar de puños todo balón por alto que tuvo al alcance, pero también se vio favorecido por la concesión del gol de Harry Kewell, que recibió en fuera de juego un pase hacia atrás de cabeza de John Aloisi.
En pleno desbarajuste, con el árbitro inglés Graham Poll tan superado por las circunstancias como los jugadores, Croacia perdió por doble amonestación a Nico Kovac y Josip Simunic, que recibió ¡tres tarjetas amarillas! (62, y 90 y 93, con el encuentro acabado). Australia sufrió la expulsión de Brett Emerton y vio cómo se le anulaba un gol en el último segundo, pero nada cambió en el marcador, para certificar un nuevo milagro de Hiddink, que en octavos volverá a encontrarse con Italia, como hace cuatro años.
Ficha técnica del partido
Croacia, 2: Pletikosa; Simic, Tudor, Tomas, Simunic; Srna, N. Kovac, Babic, N. Kranjcar (Jerko Leko, m.65); Dado Prso y Olic (Modric, m.74)
Australia, 2: Kalac; Neill, Moore, Chipperfield (Kennedy, m.75); Emerton, Grella (Aloisi, m.63), Culina, Cahill, Sterjovski (Bresciano, m.70); Kewell y Viduka
Goles: 1-0: m.2: Srna, de golpe franco. 1-1: m.39: Craig Moore, de penalti. 2-1: m.56: Nico Kovac lanza desde fuera del área y el balón se le escapa a Kalac. 2-2: m.79: Kewell recoge un pase de cabeza hacia atrás de Aloisi, en posible fuera de juego, y marca.
Árbitro: Graham Poll (Inglaterra). Expulsó por doble amonestación a los croata Dario Simic (ms.32 y 85) y Josip Simunic (ms. 62 y 90 y 93, con el encuentro ya concluido) y al australiano Brett Emerton (ms. 81 y 87). Amonestó al croatas Tudor (m.38).
Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo F disputado en el estadio Gottlieb-Daimler-Stadion ante 50.000 espectadores