L D (Agencias) El presidente del Congreso, Manuel Marín, el Grupo Socialista y el ministro de Industria, José Montilla, no lograron el miércoles por la noche que la diputada del PP Dolors Nadal retirara las palabras lanzadas en el hemiciclo acusando al ministro de haberse "embolsado mil millones de pesetas" (por el crédito que La Caixa condonó al PSC del que Montilla es primer secretario) y de "orquestar a los matones" que protagonizaron actos violentos en la campaña del Estatuto, informa Europa Press.
Tras protagonizar un agrio cruce de acusaciones con cuatro diputados del PP, Montilla había pedido una rectificación a Nadal, una de las que le interrogó, amenazando en caso contrario con adoptar "las medidas oportunas". Después lo intentó el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, que haciendo uso de un turno extraordinario de alusiones concedido por Marín en amparo de la dignidad del Grupo Socialista, afirmó que las palabras de Nadal supone "una vulneración absolutamente intolerable de las más elementales reglas del juego". Agregó que la diputada había rebasado "el límite" y avisó de que el PSOE no iba a permitir que se dijeras esas "barbaridades" y "manifestaciones calumniosas e irresponsables".
En tercer lugar lo intentó Marín, que insistió en que algunas de las expresiones de la diputada del PP debían ser retiradas, por lo que le rogó que, "de buena voluntad", procediese a rectificar. Nadal quiso explicar sus palabras, pero Marín emplazó a la diputada a responder sí o no, sin más argumentación. En esa tesitura, la parlamentaria popular se negó a retirar sus acusaciones y abundó en ellas recordando intervenciones suyas de semanas anteriores criticando la condonación del crédito del PSC. El presidente del Congreso anunció que, pese a la negativa de la diputada, él mismo se encargaría de ordenar la supresión de esas acusaciones del Diario de Sesiones.
Con los ánimos alterados en el hemiciclo, pidió la palabra el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, argumentando "exactamente" la misma razón que había servido para permitir la intervención de López Garrido. Marín se lo negó, pero Zaplana siguió protestando. Durante unos minutos, el presidente estaba anunciando el siguiente debate mientras el portavoz del Grupo Popular seguía reclamando la palabra: "Está obligado a concederme cuestión de orden", decía. "Está usted perturbando el orden", le respondía el presidente.