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Hasta las 16.00 horas del 12 de julio de 1997

Integrantes de Nuevas Generaciones del País Vasco, la AVT, el Foro Ermua y Dignidad y Justicia se han congregado a las puertas de la Audiencia Nacional en  el arranque del juicio por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. En el homenaje al concejal del PP han vuelto a pedir a Zapatero que no negocie con ETA. Los acusados, que no han querido declarar, fingieron tranquilidad en su sala blindada ante la masiva presencia de familiares y amigos del asesinado. La madre de Miguel Ángel ha sido el primer testigo en la vista oral. VEA AQUÍ LAS IMÁGENES

Integrantes de Nuevas Generaciones del País Vasco, la AVT, el Foro Ermua y Dignidad y Justicia se han congregado a las puertas de la Audiencia Nacional en  el arranque del juicio por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. En el homenaje al concejal del PP han vuelto a pedir a Zapatero que no negocie con ETA. Los acusados, que no han querido declarar, fingieron tranquilidad en su sala blindada ante la masiva presencia de familiares y amigos del asesinado. La madre de Miguel Ángel ha sido el primer testigo en la vista oral. VEA AQUÍ LAS IMÁGENES. 
(Libertad Digital) La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio contra los etarras Francisco Javier García Gaztelu "Txapote" e Irantzu Gallastegi "Amaia" por el asesinato del concejal del PP de Ermua (Vizcaya), Miguel Ángel Blanco, hechos por los que el fiscal pide que sean condenados a 50 años de cárcel.

Poco antes de que comenzara la sesión cientos personas, pertenecientes al Foro de Ermua, Nuevas Generaciones del PP del País Vasco y de la AVT, se habían congregado a las puertas de la Audiencia, en Madrid, con camisetas con la foto del concejal asesinado y banderas de España. Coreaban gritos de "asesinos", "Justicia", "Zapatero, dimisión", Zapatero, embustero", "España entera y una sola bandera", "Vascos sí, ETA no", "Conde Pumpido, estás corrompido"  y "Negociación en mi nombre, no".
 
En la esquina de la calle García Gutiérrez con Génova habían colocado una foto de gran tamaño de Miguel Ángel Blanco, en una pancarta en la que también se podía leer "justicia = paz" y "negociación, no". Frente a ella, decenas de velas rojas.
 
"Ninguna intención" de integrarse en la sociedad
 
Marimar Blanco, la hermana de Miguel Ángel Blanco, afirmó a la salida del juicio que el comportamiento "grotesco y chulesco" de los terroristas de ETA durante la vista no muestra "ninguna intención" de "querer reinsertarse en la vida social" ni de pedir perdón a las víctimas del terrorismo.
 
Aseguró que "si muchos de los que están a favor del mal llamado proceso de paz tuvieran que pasar por todo esto, decidirían romper" con él. Además, la hermana del edil popular reconoció haber sentido "odio y rencor" al ver a los "asesinos" de su hermano; unos sentimientos, según dijo, que comparte con "todos los que estuvieron presentes" en la sala.
                      
Blanco calificó de "grotesca" la manera de "dar la espalda a la ley" de los juzgados y aseveró que "el amparo de la justicia es lo único" que les queda a las víctimas del terrorismo. Así, confió en que los procesados "cumplan el mayor número de años en la cárcel" y agregó que "si fuera" por los familiares de las víctimas "nunca volverían a salir de sus cárceles" para pagar "todos los crímenes que han cometido en su larga carrera asesina".
 
El pacto con ETA, otro "disparo" a las víctimas
 
El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, ha reiterado que las víctimas "no nos rendimos ante ETA, y hacemos un llamamiento al presidente del Gobierno y a los grupos políticos que le apoyan, que si acercan a los presos por una rendición con ETA, con un pacto con ETA volveremos a disparar sobre Miguel Angel Blanco y sobre todos los que fueron asesinados por no ceder al chantaje" de la banda terrorista. En recuerdo del concejal del PP ha recordado que fue asesinado "porque España no cedió al chantaje de ETA".
 
Alcaraz ha vuelto a echar en falta en un acto de las víctimas al Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo. A su juicio, tanto Gregorio Peces Barba como Rodríguez Zapatero deberían estar a las puertas de la Audiencia esta lunes para que "vean de primera mano cuál es la voluntad de estos asesinos, para que vean realmente su actitud, que están muy lejos del arrepentimiento".
 
Los dos etarras se recrean en su actitud "chulesca y desafiante"
 
Se refería así a la actitud "chulesca y desafiante" que los asesinos han vuelto a exhibir a su entrada en la sala. Para el presidente de la AVT, los dos etarras demuestran que "están realmente contentos y felices porque saben que con este proceso que llevan a cabo de rendición con la banda terrorista van a salir beneficiados". Por eso, Alcaraz ha reiterado que el "espíritu de Ermua" tiene "más sentido que nunca". "Esta rebelión cívica está más justificada en estos momentos y se ve claramente que todo lo que decía la AVT es la la verdad, que la declaración de tregua de ETA era una declaración consensuada entre el gobierno y la banda terrorista".
 
Se trata del segundo juicio que se celebra contra "Txapote" desde su entrega temporal en diciembre de 2005, ya que la semana pasada fue juzgado por el asesinato del edil del PP José Luis Caso en 1997, en el que el fiscal solicitó que tanto él como su compañera cumplan íntegramente 30 años de cárcel porque su actitud "desafiante y chulesca" durante la vista no permite "atisbar ninguna esperanza de reinserción".
 
Los asesinos se enfrentan a 50 años de cárcel

En el juicio que ha comenazado este lunes García Gaztelu y Gallastegi son juzgados como autores del secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997. Además, de la pena de 50 años de cárcel, la Fiscalía de la Audiencia Nacional tiene previsto solicitar una indemnización para los padres del concejal de 500.000 euros y la prohibición de acudir a la localidad de Ermua en un período de cinco años "desde su excarcelación momentánea o definitiva". Por estos hechos ya ha sido condenado a 25 años de cárcel el ex concejal de HB en Eibar Ibon Muñoa. Este lunes, y en calidad de testigo, ha negado su anterior declaración judicial y policial y ha dicho no recordar lo ocurrido.

Como ya ocurrió la semana pasada, tanto "Txapote" como "Amaia" se han negado a declarar mientras que el primer testigo en hacerlo ha sido la madre de Miguel Ángel Blanco. Ha detallado cuáles eran los horarios de su hijo, ha negado que estuviera amenazado y ha admitido que tanto ella como su marido reciben tratamiento psicológico y que su hija, Marimar, tendrá que empezarlo "porque está muy mal".
 
"Yo me comporto como quiero"
 
Mientras, los tres etarras que fueron llamados a declarar como testigos, Sebastián Lasa, Kepa Etxeberria y Gregorio Escudero, quienes a pesar de estar obligados a declarar por su condición de testigos, también se negaron a contestar a las preguntas del fiscal y de la acusación, pese a estar obligados a ello. El fiscal Miguel Angel Carballo, pidió que se les dedujera testimonio por un delito de desobediencia.

La presidenta del tribunal, Manuela Fernández de Prado, tuvo incluso que llamar la atención a Lasa después de que éste saludase efusivamente y con el puño en alto a los acusados, a lo que el testigo contestó en voz baja, como posteriormente puso en evidencia el fiscal: "yo me comporto como quiero". 
 
Horas de infarto
 
Durante las primeras comparecencias se ha podido ir desgranando, aunque todavía con numerosas lagunas, cómo transcurrieron algunos hechos durante las algo más de cuarenta y ocho horas que España estuvo en vilo por el secuestro de Miguel Ángel Blanco.
 
Consuelo Garrido, madre del edil asesinado, explicó que el 10 de julio de 1997 su hijo cogió el tren después de comer en casa para regresar a su trabajo. "Horas más tarde, comenzaron las llamadas preguntando por él y yo respondía que mi hijo estaba trabajando. Nadie decía nada", relató emocionada. "Las llamadas continuaban y fue entonces cuando la secretaria de Jaime Mayor Oreja me llamó y me comunicó que le habían secuestrado. Me derrumbé y empecé a llamar a todos los hospitales".
 
El fiscal desveló posteriormente cómo sucedieron los hechos, según la investigación policial, tras la salida del edil vizcaíno de su casa. En torno a las 15,30 horas, después de salir del apeadero del tren de la plaza Unzaga de Eibar, Blanco fue abordado por la etarra Irantzu Gallastegui, quien le condujo hasta un coche de color oscuro con el que se desplazaron a un lugar hasta ahora desconocido. Tras el secuestro, en torno a las siete de la tarde de ese día, la Ertzaintza recibió una llamada de Radio Egin en la que un comunicante en nombre de la organización terrorista ETA reivindicó el secuestro.
 
La misma llamada se realizó al servicio de seguridad del PP. En ella se daba de plazo al Gobierno hasta las 16,00 horas del 12 de julio para que trasladase a los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, ya que de lo contrario acabarían con la vida de Miguel Ángel Blanco.
 
También testificó la persona que localizó el cuerpo del concejal, aún con vida, en un campo cercano a Lasarte (Guipúzcoa). El testigo explicó que vio "el cuerpo tirado boca abajo y se acercó para comprobar si seguía con vida". Al ver que todavía respiraba, llamó a la ambulancia. Uno de los sanitarios de la Cruz Roja que asistió a Blanco señaló que cuando llegaron al lugar "estaba inconsciente". "Tenía las manos atadas y le pusimos oxígeno. Le trasladamos a un lugar más accesible para la ambulancia", apuntó.
 
Según completo el fiscal, Blanco fue localizado a las 16,40 horas del día fijado en una pista forestal del barrio Azobaka, de la localidad guipuzcoana de Lasarte. El joven, aún con vida, se encontraba boca abajo, con las manos atadas por delante con un cable eléctrico y con dos heridas de bala en la cabeza.

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