LD (EFE) El grupo ya se ha deshecho de toda su participación en Repsol –le quedaba el 5,04 por ciento– para pagar parte de la compra de los bancos Texas Regional y State National Bank, y tiene claro que, si se producen operaciones similares, seguirá tirando de su cartera industrial, en la que actualmente acumula unas plusvalías latentes de 4.000 millones de euros.
González Cid insistió este martes en rueda de prensa en que no tienen "vocación de accionistas industriales" y la presencia en varias empresas tiene como principal finalidad "acumular reservas de capital para atender nuestras necesidades del negocio bancario".
En todo caso, el ejecutivo precisó que las desinversiones que se vayan a hacer se harán de forma que se no se distorsione a las compañías ni a los accionistas. En la cartera industrial del BBVA destaca el 5,62 por ciento de Telefónica –según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)–. González Cid no descartó que en un momento se pueda vender este paquete, pero sí insistió en que, en este caso, se trata de una "participación estratégica", ya que se mantienen con la compañía numerosos vínculos al margen de los accionariales.
El ejecutivo también explicó que se decidió vender la participación de Repsol en lugar del 5,46 por ciento del Iberdrola porque cuadraba la cuantía y era más fácil, pues ya no formaba parte del Consejo de Administración de la petrolera, mientras que del de la eléctrica sí.
González Cid insistió este martes en rueda de prensa en que no tienen "vocación de accionistas industriales" y la presencia en varias empresas tiene como principal finalidad "acumular reservas de capital para atender nuestras necesidades del negocio bancario".
En todo caso, el ejecutivo precisó que las desinversiones que se vayan a hacer se harán de forma que se no se distorsione a las compañías ni a los accionistas. En la cartera industrial del BBVA destaca el 5,62 por ciento de Telefónica –según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)–. González Cid no descartó que en un momento se pueda vender este paquete, pero sí insistió en que, en este caso, se trata de una "participación estratégica", ya que se mantienen con la compañía numerosos vínculos al margen de los accionariales.
El ejecutivo también explicó que se decidió vender la participación de Repsol en lugar del 5,46 por ciento del Iberdrola porque cuadraba la cuantía y era más fácil, pues ya no formaba parte del Consejo de Administración de la petrolera, mientras que del de la eléctrica sí.
El BBVA pagará 2.092 millones de euros por ambas adquisiciones, que le permitirán triplicar su tamaño en el estado tejano, del que controlará el 3 por ciento del mercado financiero, con unos activos de 12.583 millones de dólares, depósitos por importe de 10.134 millones, créditos por 7.252 millones y una red de 166 oficinas. De esta manera, los activos del BBVA en Estados Unidos supondrán el 7 por ciento del grupo -el 5 por ciento hasta ahora-, en tanto que los beneficios representarán el 4 por ciento del total -frente al 1 por ciento actual-, pues se elevarán a unos 152 millones de euros en 2006 (incluido Laredo).