(Libertad Digital) En un impactante reportaje del diario El Mundo, Irene Villa expone con un tono de gravedad: "Por supuesto que quiero que se acabe el terrorismo y si hay algo de que hablar con esa parte de la población vasca nacionalista que no está a gusto con la situación actual, que se hable. Pero con ETA, no. ETA no tiene nada que decir, es una banda de asesinos. El diálogo es maravilloso, imprescindible, pero no después de haber puesto una bomba".
Sobre lo anunciado por Zapatero en el Debate sobre el Estado de la Nación su disposición "al máximo diálogo", Irene Villa declara que "mejor no enterarse de nada". Irene y su madre María Jesús, víctimas de ETA, se oponen rotundamente al proceso de diálogo abierto. Y serán las grandes ausentes en la concentración convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo para el próximo sábado. "Queremos saber la verdad" y "Negociación, en mi nombre no", serán los lemas.
María Jesús, la madre de Irene Villa, asegura: "Me da una rabia que haya gente que quiera perdonarles. "Hay que ser generosos con ellos", me dicen algunos. ¿Y sabes qué les respondo yo? "¿Generosos? Yo les he dado un brazo y una pierna [María Jesús es la víctima silenciosa del atentado de Irene Villa] e Irene tres dedos y dos piernas. ¿Qué les has dado tú?"». El reportaje de El Mundo desvela también que desde el atentado, Irene le añade a su firma en el DNI el símbolo circular que representa la paz. Su mismo nombre, en griego, significa eso: Paz.
Sobre si albergan odio en su corazón, Irene cita a Gandhi: "Ojo por ojo y el mundo se quedaría ciego". Y se pregunta: "¿De qué me sirve odiar?".