LD (EFE) El presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, ha anunciado este viernes que "el futuro crecimiento de Repsol se ha de producir fuera de América Latina", durante su exposición sobre el modelo de internacionalización de la petrolera que ha hecho en Sitges, en la XXII Reunión del Círculo de Economía.
Si bien Brufau ha definido a la petrolera hispano-argentina como una compañía absolutamente globalizada, ha asegurado que ahora "debe centrarse en la dispersión de los activos". Brufau ha explicado que, como compañía, "hemos acometido los mercados que nos parecían más próximos, en concreto América Latina; sin embargo, "eso nos ha dejado un poso de estar muy centrados en una región tan atractiva como Sudamérica, pero por eso la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia tras las elecciones se percibe como un gran riesgo para Repsol YPF, cuando sólo supone el 3 por ciento de los activos de la compañía". "La manera de luchar contra esto es tener los huevos en muchas cestas, para evitar la percepción de riesgo que damos al mercado, porque considera que Repsol está muy focalizada en América Latina".
Sobre la crisis en Bolivia, Brufau se ha mostrado optimista e incluso comprensivo con el gobierno de Evo Morales, al asegurar que "cuando el precio del petróleo se pone a 70 dólares, es bastante lógico y legítimo que los gobiernos quieran tener una mayor participación en estos beneficios". "Es lícito que el gobierno se quiera aprovechar del valor de un activo del país, pero hay que sentarse a negociarlo con profesionalidad", ha añadido, de forma que "a las petroleras lo que tiene que preocuparles es la seguridad jurídica".
En opinión de Brufau, "Bolivia tiene un Gobierno joven que en la oposición hizo bandera con la nueva Ley de Hidrocarburos y que necesita mucho tiempo para asentarse", y ha advertido de que algunas de las declaraciones de mandatarios bolivianos han perjudicado al propio país". Para Antoni Brufau, hay que distinguir el nacionalismo económico "entre los países en vía de desarrollo, donde si se aplica puede perjudicar la inversión extranjera, a países desarrollados, donde lo mejor es que los centros de decisión, sobre todo si son sectores estratégicos, estén lo más cerca posible".
En opinión del presidente de Repsol YPF, "es evidente que el mundo se está enfrentando a una situación geopolítica compleja, Oriente Medio tiene el 60 por ciento de las reservas de crudo y el 6 por ciento del consumo, y esto es la gran reserva del mundo, por lo que el reto geopolítico es llevar ese petróleo a Estados Unidos, Japón y Europa, que tiene el grueso de la demanda pero sólo el 10 por ciento de las reservas, por lo que nosotros como compañía, no podemos sobrevivir si nuestro negocio no es global". "En China todo el mundo aspira a comprarse un coche, como en la España de los años 60, y por lo tanto este es un negocio en crecimiento y Repsol está en la dirección apropiada".
Si bien Brufau ha definido a la petrolera hispano-argentina como una compañía absolutamente globalizada, ha asegurado que ahora "debe centrarse en la dispersión de los activos". Brufau ha explicado que, como compañía, "hemos acometido los mercados que nos parecían más próximos, en concreto América Latina; sin embargo, "eso nos ha dejado un poso de estar muy centrados en una región tan atractiva como Sudamérica, pero por eso la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia tras las elecciones se percibe como un gran riesgo para Repsol YPF, cuando sólo supone el 3 por ciento de los activos de la compañía". "La manera de luchar contra esto es tener los huevos en muchas cestas, para evitar la percepción de riesgo que damos al mercado, porque considera que Repsol está muy focalizada en América Latina".
Sobre la crisis en Bolivia, Brufau se ha mostrado optimista e incluso comprensivo con el gobierno de Evo Morales, al asegurar que "cuando el precio del petróleo se pone a 70 dólares, es bastante lógico y legítimo que los gobiernos quieran tener una mayor participación en estos beneficios". "Es lícito que el gobierno se quiera aprovechar del valor de un activo del país, pero hay que sentarse a negociarlo con profesionalidad", ha añadido, de forma que "a las petroleras lo que tiene que preocuparles es la seguridad jurídica".
En opinión de Brufau, "Bolivia tiene un Gobierno joven que en la oposición hizo bandera con la nueva Ley de Hidrocarburos y que necesita mucho tiempo para asentarse", y ha advertido de que algunas de las declaraciones de mandatarios bolivianos han perjudicado al propio país". Para Antoni Brufau, hay que distinguir el nacionalismo económico "entre los países en vía de desarrollo, donde si se aplica puede perjudicar la inversión extranjera, a países desarrollados, donde lo mejor es que los centros de decisión, sobre todo si son sectores estratégicos, estén lo más cerca posible".
En opinión del presidente de Repsol YPF, "es evidente que el mundo se está enfrentando a una situación geopolítica compleja, Oriente Medio tiene el 60 por ciento de las reservas de crudo y el 6 por ciento del consumo, y esto es la gran reserva del mundo, por lo que el reto geopolítico es llevar ese petróleo a Estados Unidos, Japón y Europa, que tiene el grueso de la demanda pero sólo el 10 por ciento de las reservas, por lo que nosotros como compañía, no podemos sobrevivir si nuestro negocio no es global". "En China todo el mundo aspira a comprarse un coche, como en la España de los años 60, y por lo tanto este es un negocio en crecimiento y Repsol está en la dirección apropiada".