(Libertad Digital) La balanza comercial acumuló hasta febrero un déficit de 11.674,6 millones de euros, sobre los 9.068,3 acumulado al mismo mes de 2005, fruto de resultado de un crecimiento superior de las importaciones (el 19,19 por ciento) sobre las exportaciones (el 15,5 por ciento), según revela la nota del Banco de España. También se produjo una evolución negativa en los servicios, pero no en la partida de rentas. Así, la balanza de servicios experimentó un superávit hasta febrero de 315,6 millones de euros, por debajo de los 2.337,6 millones en los dos primeros meses de 2005. En esta partida cayeron tanto el turismo como las otras partidas de servicios. Por otra parte, el déficit de la balanza de rentas cayó hasta los 1.829,7 millones de euros, desde los 2.731,7 del mismo período del año anterior. También cayó el déficit de transferencias.
La evolución de las cuenta de transferencias de capital refleja en el segundo mes del año un superávit de 650,5 millones de euros, que superan los 571,1 millones acumulados hasta febrero de 2005, principalmente por los aumentos de transferencia de capital de la Unión Europea. El saldo agregado de las balanzas por cuenta corriente y de capital resulta en lo que se conoce como capacidad o necesidad de financiación y que, como no podía ser menos con los datos de febrero, arroja un aumento de la necesidad de financiación de la economía española, que alcanzó los 14.510,6 millones de euros, sobre los 11.395,5 del mismo período de 2005.
Ajuste en crecimiento y empleo
El Partido Popular ha reaccionado a estos datos por boca de su secretario de Política Económica y Empleo, Miguel Arias Cañete, quien ha advertido de que el aumento paulatino del déficit exterior tendrá que ajustarse "tarde o temprano" con un menor crecimiento económico y desempleo. Cañete ha acusado al Gobierno de no hacer nada para corregirlo.
El popular considera que el aumento del déficit en un 26 por ciento muestra que la "mínima" reducción del déficit exterior de enero era "momentánea" y que se debían posiblemente a la falta de operaciones con motivo de la temporada navideña. Ha recordado que un país no puede estar eternamente comprando más de lo vende, y alerta de que "la falta de competitividad exterior está estrangulando poco a poco la capacidad de crecimiento de la economía española".