(Libertad Digital) La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, empezó enumerando algunas de las medidas que se venían aplicando desde que asumieron su responsabilidad en materia de inmigración, implicando a la UE, aumentando la dotación económica en las provincia receptoras e incrementado la cooperación con los países de origen.
De la Vega resaltó: "Queremos una inmigración legal y en orden". Por ello, basarán su política –dijo– en "la repatriación de inmigrantes", en la "seguridad y control" de los flujos migratorios, siempre con el máximo "respeto a los derechos humanos" y en la "cooperación con países emisores". Pero de todo esto, la vicepresidenta insistió en que en próximas fechas habrá más repatriaciones a Mauritania.
La número dos del Ejecutivo dijo que se va a incrementar la seguridad en nuestras fronteras con más aviones para obtener más información así como la puesta en funcionamiento de un dispositivo naval especial que estará reforzado con más agentes de la Guardia Civil. Además –resaltó– se va a contratar un satélite para tener una mayor información y por tanto una mayor seguridad y control.
Barcos nodriza
Precisamente sobre la utilización de un satélite, De la Vega –en contestación a preguntas de los periodistas– no descartó que haya barcos nodriza que saquen a los inmigrantes de sus países y luego los reparta cerca de las costas canarias. Esto supone una clara contradicción con las opiniones vertidas por el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura Clavell, que dijo: "¿Y qué coño importa que usen barcos nodriza?".
También anunció que se va a reforzar la colaboración diplomática con el desplazamiento a la zona de diez diplomáticos. En este sentido, desde el punto de la cooperación, De la vega explicó que este viernes se va a aprobar el Plan África, que conllevará la apertura de una delegación en Mali. Para terminar, dejó claro que están "trabajando con asiduidad, no es un problema que tenga una solución que se pueda acabar en un día" y finalizó: "es un problema complejo".