(Libertad Digital) La intensidad fue máxima entre dos equipos que no dieron sorpresas en sus alineaciones y que dispusieron sobre el terreno lo mejor para llevarse un partido igual de histórico para ambos en este estreno en una final europeo. Pero quizá el Sevilla asumió el rol de favorito que le habían dado en las previas y se posicionó más adelantado para hacer jugar en ataque a Saviola y Luis Fabiano, lo que llevó a unas acciones peligrosas ante la meta del australiano Mark Schwarzer, quien finalmente jugó con una máscara protectora debido a una reciente fractura en la nariz.
El equipo de Steve McCLaren quiso tapar las bandas sevillistas y Adriano, por la izquierda, y Jesús Navas, por la derecha, entraron poco en juego, lo que equilibró el partido, aunque el conjunto español fue siempre el que más expuso y eso le dio el premio a los 26 minutos. Un preciso pase de Daniel Alves sobre el área cogió bien posicionado a un muy activo Luis Fabiano, quien marcó perfectamente los tiempos con la cabeza y se la puso imposible al portero del Middlesbrough. No varió demasiado el panorama con el tanto sevillista, ya que Jimmy Hasselbaink y Mark Viduka se mantuvieron prácticamente inéditos ante una defensa en la que mandaron por alto Javi Navarro y Escudé.
Sólo alguna acción aislada o error puntual podía ser la causa de que el Boro empatara antes de que concluyera una primera parte bien controlada por el Sevilla, siempre arropado por sus 12.000 seguidores presentes en las gradas del Philips Stadion. En la segunda parte, McClaren dio entrada al italiano Maccarone, algo que le había dado mucho éxito al Middlesbrough en sus ya famosas remontadas de esta edición de la Copa de la UEFA. Pareció que esta reacción podría llegar, hasta el punto de que Palop salvó un gol cantado a remate de Viduka y que su equipo, ahora sí se fue con todo lo que tenía hacia el área rival.
Frederic Kanouté, quien también había salido en sustitución de Saviola, ayudó mucho más en defensa que en ataque a un Sevilla que pasó por malos momentos y que no supo aprovechar alguna contra para sentenciar la final. Con el paso de los minutos, el equipo español cedió aún más el terreno en la confianza de su concentrada defensa, pero los ingleses acrecentaron su dominio y gozaron de claras ocasiones para poner el empate. Pero este tanto no llegó, mientras que Maresca tuvo premio a su gran labor sacrificada en el terreno con un gol ya entrados en el último cuarto de hora puso el segundo y poco después el tercero, con lo que quedó la victoria sentenciada. Aún hubo tiempo para que Kanouté pusiera el cuarto en plena desmoralización inglesa ante un Sevilla crecido y ganador de su primer título europeo.
El equipo de Steve McCLaren quiso tapar las bandas sevillistas y Adriano, por la izquierda, y Jesús Navas, por la derecha, entraron poco en juego, lo que equilibró el partido, aunque el conjunto español fue siempre el que más expuso y eso le dio el premio a los 26 minutos. Un preciso pase de Daniel Alves sobre el área cogió bien posicionado a un muy activo Luis Fabiano, quien marcó perfectamente los tiempos con la cabeza y se la puso imposible al portero del Middlesbrough. No varió demasiado el panorama con el tanto sevillista, ya que Jimmy Hasselbaink y Mark Viduka se mantuvieron prácticamente inéditos ante una defensa en la que mandaron por alto Javi Navarro y Escudé.
Sólo alguna acción aislada o error puntual podía ser la causa de que el Boro empatara antes de que concluyera una primera parte bien controlada por el Sevilla, siempre arropado por sus 12.000 seguidores presentes en las gradas del Philips Stadion. En la segunda parte, McClaren dio entrada al italiano Maccarone, algo que le había dado mucho éxito al Middlesbrough en sus ya famosas remontadas de esta edición de la Copa de la UEFA. Pareció que esta reacción podría llegar, hasta el punto de que Palop salvó un gol cantado a remate de Viduka y que su equipo, ahora sí se fue con todo lo que tenía hacia el área rival.
Frederic Kanouté, quien también había salido en sustitución de Saviola, ayudó mucho más en defensa que en ataque a un Sevilla que pasó por malos momentos y que no supo aprovechar alguna contra para sentenciar la final. Con el paso de los minutos, el equipo español cedió aún más el terreno en la confianza de su concentrada defensa, pero los ingleses acrecentaron su dominio y gozaron de claras ocasiones para poner el empate. Pero este tanto no llegó, mientras que Maresca tuvo premio a su gran labor sacrificada en el terreno con un gol ya entrados en el último cuarto de hora puso el segundo y poco después el tercero, con lo que quedó la victoria sentenciada. Aún hubo tiempo para que Kanouté pusiera el cuarto en plena desmoralización inglesa ante un Sevilla crecido y ganador de su primer título europeo.
Ficha técnica del partido
Sevilla FC, 4: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, David; Jesús Navas, Martí, Maresca, Adriano (Puerta, m.85); Saviola (Kanouté, m.46) y Luis Fabiano (Renato, m.71).
Goles: 0-1, m.26: Luis Fabiano; 0-2, m.77: Maresca; 0-3, m.83: Maresca; 0-4, m.88: Kanouté
Árbitro: Herbert Fandel (Alemania). Mostró tarjeta amarilla a Daniel Alves (m.52), Escudé (m.80) y Maresca (m.86), por parte del Sevilla; y a Rochemback (m.82), del Middlesbrough
Incidencias: Final de la Copa de la UEFA 2005/06 disputada en el Philips Stadion de Eindhoven (Holanda) ante unos 32.000 espectadores. Lleno absoluto. Entre otras autoridades españolas, estuvieron en el palco de autoridades los Príncipes de Asturias, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes; la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera; y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín