LD (EFE) Sobre esa base, consideró "poco probable que la operación propuesta tenga un impacto negativo importante sobre la competencia en los mercados de la energía en Francia, Italia, Alemania, Polonia y España o en el conjunto del Espacio Económico Europeo".
La CE tuvo, además, en cuenta el carácter "predominantemente nacional" de los mercados energéticos de la UE, que achacó a "los diferentes grados de liberalización, a las barreras reguladoras y a la falta de capacidad de interconexión".
A partir de ahí, concluyó que era "poco probable" que E.On hubiese accedido al mercado español como un nuevo operador individual y que su unión con Endesa no implica por tanto "la eliminación de competencia potencial".
Bruselas estudió, asimismo, el impacto específico en la generación y venta mayorista de electricidad en España, sin observar que la empresa resultante de la OPA vaya a disfrutar de una posición que mejore de manera considerable a la que ahora tiene Endesa.
Tampoco encontró problemas en el mercado del gas, al estimar que la posibilidad de que se amplíen las importaciones actuales a España pasan por los buques metaneros –sector donde E.On no opera– dada las restricciones contractuales y de capacidad de los gasoductos.
En este mercado, valoró, además, que E.On y Endesa no compartan proveedores: la alemana se abastece de Rusia, Noruega, Holanda, Reino Unido, Dinamarca y la propia Alemania; la española, de los mercados mayoristas en España, de Argelia, Nigeria y Qatar. Igualmente, descartó que la posibilidad de que E.On se convierta en un "operador energético más paneuropeo" pueda tener un efecto perjudicial sobre la competencia.
La CE tuvo, además, en cuenta el carácter "predominantemente nacional" de los mercados energéticos de la UE, que achacó a "los diferentes grados de liberalización, a las barreras reguladoras y a la falta de capacidad de interconexión".
A partir de ahí, concluyó que era "poco probable" que E.On hubiese accedido al mercado español como un nuevo operador individual y que su unión con Endesa no implica por tanto "la eliminación de competencia potencial".
Bruselas estudió, asimismo, el impacto específico en la generación y venta mayorista de electricidad en España, sin observar que la empresa resultante de la OPA vaya a disfrutar de una posición que mejore de manera considerable a la que ahora tiene Endesa.
Tampoco encontró problemas en el mercado del gas, al estimar que la posibilidad de que se amplíen las importaciones actuales a España pasan por los buques metaneros –sector donde E.On no opera– dada las restricciones contractuales y de capacidad de los gasoductos.
En este mercado, valoró, además, que E.On y Endesa no compartan proveedores: la alemana se abastece de Rusia, Noruega, Holanda, Reino Unido, Dinamarca y la propia Alemania; la española, de los mercados mayoristas en España, de Argelia, Nigeria y Qatar. Igualmente, descartó que la posibilidad de que E.On se convierta en un "operador energético más paneuropeo" pueda tener un efecto perjudicial sobre la competencia.