L D (Europa Press) Aguirre impartió la conferencia Madrid en la España de hoy organizada por El Mundo-El Día de Baleares, a la que asistieron el presidente de las Islas Baleares, Jaume Matas; del presidente del Parlamento Balear, Pere Rotger y la alcaldesa de Palma de Mallorca, Catalina Cirer, e incidió en que "Madrid es una sociedad abierta y plural donde a nadie se le pregunta por su origen ni por sus ideas porque, para ser madrileño, sólo hace falta querer vivir en Madrid".
En este sentido, la jefa del Ejecutivo autonómico recordó que desde que se aprobó la Constitución de 1978 "el inexistente nacionalismo madrileño consistió en hacer lo contrario de lo que se pusieron a hacer las comunidades autónomas que se obsesionaron con eso que llamaban señas de identidad o hechos diferenciales". "Sabemos que nuestra libertad y nuestra prosperidad dependen principalmente de la libertad y de la prosperidad del resto de los españoles, porque cuanto más libres y prósperos seamos todos los españoles, más oportunidades de serlo tendremos los madrileños. Y es evidente que el marco político e institucional que ha garantizado la libertad y la prosperidad de todos durante los últimos 28 años ha sido la Constitución de 1978", aseveró.
En este sentido, la jefa del Ejecutivo madrileño afirmó que la libertad, el progreso y el bienestar de los ciudadanos de una Comunidad Autónoma no depende tanto de las competencias del Estado que tenga transferidas, "sino más bien de cómo y con qué prioridades se gestionen esas competencias". Aguirre, que reconoció que estaba asistiendo con "incredulidad" y "honda preocupación" al proceso de reformas estatutarias que ha impulsado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "con un indisimulado sectarismo", apuntó que los políticos estaban para resolver problemas a los ciudadanos, y no los ciudadanos para resolver los problemas que crean o que resucitan los políticos. "El Estatuto de Cataluña, que es la ley más intervencionista de la democracia española, es uno de esos problemas creados por políticos profesionales que tarde o temprano tendrán que resolver los ciudadanos", apostilló.
A lo largo de su discurso la presidenta se mostró muy optimista, fundamentalmente por los buenos datos económicos y sociales que se están cosechando en la Comunidad de Madrid gracias a la aplicación de políticas liberales, "que son las más favorables para impulsar la libertad, la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos". Citó como ejemplos el crecimiento de un 4 por ciento de la economía madrileña (seis décimas más que la economía nacional), la creación de más de 152.000 empleos sólo en el último año y las más de 220.000 afiliaciones a la Seguridad Social en 2005, siendo, además, la comunidad que más aporta a la caja común de todos los españoles.