LD (Europa Press) A preguntas de los periodistas, José María Barreda ha mostrado la negativa en rotundo de la Junta de Castilla La Mancha de apoyar la construcción de una nueva central nuclear que sustituya a la de José Cabrera, que cerrará el próximo domingo, 30. Barreda ha declarado que la central no garantiza "al cien por cien" la última tecnología aplicada a esta técnica, lo que es "razón suficiente para que el cierre sea definitivo". Estas palabras chocan frontalmente con el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear, que fue favorable al mantenimiento de la central, pese a lo cual el Ministerio de Economía decidió en 2002 concederle la última renovación de su licencia, que concluye en unos días.
Barreda recordó que el Gobierno regional se ha pronunciado siempre al respecto en términos "inequívocamente claros" en el sentido de que se tiene que cerrar. Es una de las centrales de primera generación, y en la actualidad, lo que está en el centro de la polémica en relación a la energía nuclear es la seguridad, que se establece "sobre todo", y por ello, insistió, "se tiene que cerrar". Así, explicó que repasando diarios nacionales e internacionales, dijo Barreda, se comprueba que "estamos ante una reactualización de la cuestión nuclear como consecuencia de la extraordinaria dependencia energética que toda Europa y también España tenemos en relación a países terceros".
Cuando el precio del petróleo "está por las nubes" y existe una demanda mundial de petróleo "como jamás se había producido", sobre todo de China --para transporte y también para usos industriales y domésticos-- con lo que esta fuente de energía con "caducidad en el tiempo" está soportando una demanda mundial sin precedentes en la historia, lo que a juicio de Barreda, hace aún "más vulnerable a Europa desde el punto de vista energético", concluyó.