(Libertad Digital) Esas fuentes antiterroristas han expresado "su convencimiento" de que la colocación de los artefactos no es obra de ETA, pese a que en un primer momento esta hipótesis fue barajada por investigadores. Sin datos nuevos aportados por fuentes de la investigación, sólo ha trascendido la versión que ha filtrado el Ministerio del Interior a la agencia de noticias estatal. Como ha ocurrido con las cartas de extorsión que han recibido en los últimos días empresarios navarros, también en esta ocasión se está tratando de envolver en confusión la escasa información oficial que se difunde.
Sólo ha trascendido que los artefactos estaban colocados en contenedores de basuras cerca de unas oficinas de la Gendarmería francesa en Bayona, el aeropuerto de Biarritz y la oficina de turismo de Cambo-les-Bains y fueron descubiertos por las fuerzas del orden tras recibir una llamada para anunciar su colocación. Estaban compuestos por bombonas de camping gas y un sistema pirotécnico, pero no tenían detonadores, por lo que era "imposible" que estallaran, aseguró una fuente próxima a la investigación.
Un comunicante anónimo, que no se identificó como miembro de alguna organización terrorista, anunció la colocación de las tres bombas y apuntó que "Francia debe implicarse totalmente en el proceso de paz iniciado por ETA". Pese a este detalle, y a que la conversación terminó con un "el País Vasco no se vende", las fuentes antiterroristas españolas han corregido la primera versión dada por fuentes galas y descartan a la banda terrorista. Según los nuevos datos, el comunicante también anunció que su "organización hibernará a partir del 16 de abril", sin precisar de qué grupo se trata.
Aunque hasta ahora no había trascendido, fuentes antiterroristas han explicado ahora que la afirmación "el País Vasco no está en venta" es una frase que ya ha sido usada en otras ocasiones por nacionalistas que luchan contra la especulación inmobiliaria en Francia.
La investigación está en manos de la División Nacional Antiterrorista (DNAT) y de la Policía Judicial (PJ) de Burdeos.