L D (EFE) El régimen de Teherán proclamó el pasado viernes que había probado con éxito otro proyectil, una nueva versión del misil de largo alcance Shihab II, que es indetectable por los radares, capaz de atacar varios objetivos al mismo tiempo e inmune a los misiles de defensa, según el responsable de las Fuerzas Aéreas de la Guardia Revolucionaria, Husein Salami.
Estos dos ensayos se han realizado en el marco de unas maniobras marítimas que comenzaron el 29 de marzo en el Golfo Pérsico y el mar de Omán. Al decir del almirante Murtada Safary, comandante en jefe de la Marina de la Guardia Revolucionaria, dichos ejercicios, denominados 'El Gran Profeta [Mahoma]', constituyen un mensaje de "paz y amistad para los países de la región".
En las maniobras, que durarán cinco días, participan más de 17.000 miembros de la Guardia Revolucionaria, la Armada, la Aviación y el Ejercito iraníes, y alrededor de 1.500 barcos de guerra, lanchas y unidades logísticas, indicó Safari el pasado viernes.
'El Gran Profeta' tiene lugar pocos días después de la declaración del consejo de la ONU –producto de arduas negociaciones entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia, por una parte, y, por otra, Rusia y China– en la que se dio 30 días a Teherán para que suspendiera todas sus actividades ligadas al enriquecimiento de uranio.
Estos dos ensayos se han realizado en el marco de unas maniobras marítimas que comenzaron el 29 de marzo en el Golfo Pérsico y el mar de Omán. Al decir del almirante Murtada Safary, comandante en jefe de la Marina de la Guardia Revolucionaria, dichos ejercicios, denominados 'El Gran Profeta [Mahoma]', constituyen un mensaje de "paz y amistad para los países de la región".
En las maniobras, que durarán cinco días, participan más de 17.000 miembros de la Guardia Revolucionaria, la Armada, la Aviación y el Ejercito iraníes, y alrededor de 1.500 barcos de guerra, lanchas y unidades logísticas, indicó Safari el pasado viernes.
'El Gran Profeta' tiene lugar pocos días después de la declaración del consejo de la ONU –producto de arduas negociaciones entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia, por una parte, y, por otra, Rusia y China– en la que se dio 30 días a Teherán para que suspendiera todas sus actividades ligadas al enriquecimiento de uranio.