L D (Agencias) En un discurso pronunciado en el Instituto Europeo Universitario de Florencia, Barroso advirtió de que los "ataques" que se están produciendo en algunos países contra la legislación comunitaria "van más allá de la necesaria crítica que es normal en un sistema democrático y vital para su buen funcionamiento". "Sucumben a las tentaciones populistas, de la izquierda y de la derecha. Caen presa de los 'simplificadores terribles'", dijo.
Subrayó que la legislación comunitaria constituye una "parte sustantiva" de la UE, ya que es lo que la distingue de una "simple organización intergubernamental". "Este es el motivo por el que en el actual debate sobre el llamado 'nacionalismo económico' por ejemplo, la insistencia de mi Comisión en la necesidad de que los Estados miembros respeten la letra y el espíritu de la legislación comunitaria no sólo es importante desde un punto de vista legal, sino también desde un punto de vista político", apuntó.
"De hecho, la insistencia en la necesidad de respetar la legislación comunitaria es la respuesta política más convincente y efectiva que existe" al nacionalismo económico, añadió Barroso. A su juicio, no tienen razón los que aseguran que las normas europeas son demasiado numerosas, porque muchas de ellas sustituyen a 25 leyes nacionales en las mismas áreas. También rechazó las acusaciones de que el Ejecutivo comunitario se está inmiscuyendo en cuestiones nacionales o intentando ganar más competencias.
El presidente de la Comisión mostró además su desacuerdo con las críticas al Tribunal de Justicia de la UE por crear un "Gobierno de los jueces desde Luxemburgo". "El Tribunal de Justicia mantiene un diálogo permanente con las jurisdicciones nacionales. Muchas de las decisiones del Tribunal parten de cuestiones preliminares planteadas por jueces nacionales, a menudo en primera instancia", señaló.
Sobre la futura legislación comunitaria, Barroso dijo que las "críticas constructivas" son necesarias para que las sociedades democráticas funcionen bien, pero advirtió que no se puede atacar una norma por el simple hecho de que proceda de la UE al igual que no puede ser inmune a la censura sólo por venir de Bruselas. El presidente del Ejecutivo comunitario concluyó enfatizando que "la legislación europea no es el resultado de una imposición ajena sobre países poco dispuestos, sino la llave que ha abierto la puerta a 50 años de paz y prosperidad para los pueblos de Europa".